Para seleccionar los hoteles, y dado que hemos ido improvisando en función del tiempo atmosférico que nos disuadió de pasar por San Francisco (otra vez será), hemos utilizado la aplicación Android & iPhone llamada Priceline Hotel & Car Negotiator. Dispone de dos fórmulas, ambas válidas. La primera es la más convencional de ofrecer hoteles con su rating de valoración de usuarios, estrellas, características y precio fijado, mientras que en la segunda modalidad se puede escoger la zona, el número mínimo de estrellas y se puja por un precio. Si lo ofrecido por el cliente es bajo inicialmente, y conviene que lo sea, el Negociador contraoferta a un precio mayor que al acertarse indica cuál era el Hotel en cuestión. Creemos haber obtenido así buenos precios, casi siempre en la cadena Hilton (por la que parece tener querencia el curioso Negociador).
Hay que considerar que en estas zonas, como Las Vegas, el precio se duplica o más en los fines de semana, ya desde la noche del viernes. Lo cierto es que con tanto desplazamiento las maletas parecer saber por sí mismas ya empaquetarse y desempaquetarse. Lo megalomaníaco de los hoteles de Las Vegas con centenares de habitaciones hace que su recepciones sean inmensas y se puede tardar muchos minutos en el checking a la llegada. Para la salida, el check out, lo mejor para no esperar es utilizar el sistema Express de dejar las tarjetas en la habitación o rellenar una hoja de salida para introducirla en un buzón al efecto. Parece que se puede confiar en que los depósitos, que a menudo cobran y que pueden ser superiores al coste de la estancia, sean devueltos al día siguiente a la partida.
Hoteles con sus temáticas y exhibiciones.
Espectáculos como el David Copperfield, para el que no había entradas hasta el día 19, al igual que tampoco pudimos ver Le rêve, The Dream, que nos habían recomendado,... Apenas un mínimo avance de las fotos y vídeos que mostraremos pronto. Muchos más vídeos y más fotos en USA,...
