Mostrando las entradas para la consulta longevidad ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta longevidad ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

El sedentarismo afecta al cerebro, según Coral Sanfeliu


Coral Sanfeliu, investigadora del envejecimiento: “Estar sentado ocho horas al día afecta a las conexiones del cerebro”, según noticia recogida de El País. La científica del CSIC acaba de publicar un libro "El cerebro en movimiento" sobre los efectos beneficiosos que tiene el ejercicio sobre la salud cerebral y los mecanismos genéticos que se activan al realizar una cantidad adecuada de actividad física. 

Coral Sanfeliu Pujol (Sabadell, 69 años) dirige el Grupo de Neurodegeneración y Envejecimiento del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, del CSIC. Durante su carrera se ha centrado en el estudio de lo que le sucede al cerebro con el envejecimiento y cómo el ejercicio puede proteger frente al deterioro que llega con el tiempo. Sanfeliu acaba de publicar "El cerebro en movimiento" junto a José Luis Trejo, director del Grupo de Estilo de Vida y Cognición del Instituto Cajal, en Madrid. En poco más de cien páginas, los dos investigadores ofrecen las principales claves sobre el modo en que el ejercicio puede ser una herramienta para un envejecimiento saludable a nivel cerebral.

Pregunta. Uno de los términos que plantean en el libro es el beneficio de la hormesis, cómo el ligero daño al organismo que puede provocar el ejercicio tiene un beneficio a largo plazo. Pero el daño, también puede ser excesivo ¿Cuál es la dosis correcta de ejercicio? 
Respuesta. Desde luego, si el daño es muy severo, no va a producirse esa hormesis. Es un término que también se puede aplicar a otros problemas, de resistencia frente a un disgusto o un trauma, que luego tú creas defensas frente a ese estrés. Pero si el estrés es excesivo, el daño va a ser mucho mayor que el posible beneficio. En el caso del ejercicio y sus efectos en el cerebro, hay estudios en humanos, pero los principales son en ratones. Hemos visto, por ejemplo, que hay cambios epigenéticos, que son como unas etiquetas que se ponen en los genes, que producen una activación de genes contra la inflamación o el estrés oxidativo. Así, tú puedes tener una lesión, por esos motivos, y ya estás preparado para superarla, porque determinadas redes en el cerebro se refuerzan o se generan más redes. No es que se evite el daño, sino que se va a superar mejor cuando suceda. Eso es la resiliencia, en este caso inducida por una respuesta hormética.

P. Mucha gente empieza a hacer ejercicio después de muchos años de inactividad y no empieza con algo ligero, sino entrenando para medias maratones o haciendo crossfit. ¿Esto es bueno? 
R. Depende. La ciencia no es blanco y negro. El deporte es bueno y tiene muchas ventajas, pero tiene que ser progresivo. El nivel de hormesis cada vez va mejorando y el umbral en el que un ejercicio puede ser perjudicial se va elevando. Sobre los efectos en el cerebro, esto no quiere decir que los deportistas sean más listos que los demás. Si tú haces mucho deporte no vas a ser más inteligente, aunque vas a tener unas respuestas cerebrales optimizadas. No obstante, si entrenas muy fuerte, si haces maratones, hay que controlar el ritmo cardiaco, las constantes vitales, hacerte análisis. Pero desde el punto de vista del cerebro, un ejercicio extenuante no va a beneficiar.

P. ¿Los beneficios son iguales si se empieza a cualquier edad o es necesario empezar pronto? 
R. Lo que tenemos que pensar no es que el ejercicio mejora nuestra salud, sino que si no lo hacemos, nuestra salud empeora. Los niños tienen que moverse, su cerebro se está formando, y tienen que interactuar con el medio y en esa formación el deporte es importante. Si no les gusta uno, hay que buscar otro, o que vayan a algún sitio a bailar, pero tienen que moverse para que su cerebro madure bien. Y para los mayores, cualquier momento es bueno para empezar.

P. ¿Se puede recuperar el deterioro cognitivo si se empieza a hacer deporte a una edad muy avanzada? 
R. Lo que se ha ido dañando durante tantos años, no se va a reparar. Con el ejercicio no curaremos si hay muerte neuronal o una pérdida importante de conexiones. Pero en el envejecimiento normal, cuando no hay muerte neuronal ni una patología añadida, sí va a proteger. Si hablamos de un prealzhéimer o predemencia, aunque hay estudios que han visto que se puede revertir algo, es muy difícil. Ni con el ejercicio ni con la dieta vamos a curar la demencia, aunque se podría retrasar algo su progresión.

P. ¿Cuál sería la actividad mínima para tener beneficios? 
R. Todo suma, pero tiene que ser una actividad con cierta intensidad. Si andamos hasta el trabajo, no puede ser un paseo mirando escaparates, hay que caminar como si perdiésemos el autobús. Y tiene que ser al menos 10 minutos seguidos, para que de tiempo a que se acelere el ritmo cardíaco, que se liberen factores y se active todo. Y hay que hacer un mínimo semanal. Una recomendación son los 150 minutos recomendados por la OMS.

P. También se habla del daño que produce estar demasiado tiempo sentado, algo que en nuestra sociedad es necesario en muchos trabajos. 
R. Estar sentado ocho horas al día es perjudicial y afecta a las conexiones del cerebro y los neurotransmisores. Es verdad que no es lo mismo estar sentado delante del ordenador, que delante de la televisión, que es aún peor. Cuando pasamos ocho horas sentados, hay que hacer una hora de actividad para compensar. El sedentarismo aumentó con la pandemia y se teme que vayan a aumentar las demencias, no solo por los daños que pueda tener a largo plazo la enfermedad, sino por la inactividad. Aparte del aumento de problemas como la depresión o la ansiedad.

P. Hablan en el libro de que los beneficios del ejercicio no solo son para quien lo practica, sino también para sus descendientes
R. Esto lo han estudiado autores como José Luis Trejo, coautor del libro, que vieron que los ratones que hacían ejercicio, apareados con hembras que no hacían ejercicio, producían crías que, aunque ellas no hiciesen ejercicio, tenían unas mitocondrias con mejor funcionalidad y más cambios cerebrales beneficiosos, que las de crías de padres que no hacían ejercicio. Como mecanismo, se vio que había un factor epigenético llamado microARN que se transmitía con los espermatozoides y llegaba al embrión, aunque es probable que haya otras formas en que se produce esta transmisión intergeneracional.

P. ¿Tiene sentido plantear la posibilidad de crear tratamientos farmacológicos para sustituir los efectos del ejercicio en el cerebro, para gente que no pueda o no quiera hacer ejercicio? 
R. Sí, tiene sentido. Si identificamos mecanismos por los que el ejercicio activa los genes antioxidantes o protege de la inflamación, o libera factores que van a beneficiar a las neuronas o los neurotransmisores, podemos buscar tratamientos que activen esas vías que van desde el gen hasta la producción de una proteína beneficiosa. La sirtuina, por ejemplo, es una proteína que reduce el estrés oxidativo de las células, y su producción se activa con el ejercicio. Es una enzima de supervivencia y longevidad y estamos estudiando sustancias que activen el gen que la produce: un ejemplo es el resveratrol, que está en la uva. Otras opciones son las que buscan controlar los procesos inflamatorios, que se deterioran con la edad y tienen efectos negativos en el cerebro.

Dormir es la base de la longevidad


Si existen seis pilares de la longevidad (que hemos ordenado como GRECIA), la base o cimiento de dichas columnas es el sueño o dormir convenientemente. Envejecimiento y sueño están correlacionados: La acumulación de daños en los genes de nuestro ADN es una de las principales causas del envejecimiento. Dormir bien puede ralentizar el envejecimiento a nivel celular, permitiendo que el cuerpo y la mente se recarguen. 

Por tanto, dormir lo suficiente es esencial para una buena salud y puede contribuir a una vida más larga y saludable. Siempre es importante escuchar a tu propio cuerpo y ajustar tus hábitos de sueño según tus necesidades individuales. 

El insomnio es un trastorno del sueño en el que la persona tiene dificultad para conciliar el sueño, mantenerlo o experimenta un sueño de mala calidad. Puede ser agudo (de corta duración) o crónico (persistente durante más de un mes). 
Las causas del insomnio pueden variar, desde el estrés hasta ciertas enfermedades o efectos secundarios de medicamentos. Ahora bien, ¿cómo afecta el insomnio a la longevidad? Aquí hay algunas consideraciones: 
  • Impacto en la salud general: El insomnio prolongado puede afectar negativamente la salud física y mental. La falta de sueño adecuado puede disminuir la función inmunológica, aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y afectar el sistema nervioso. Las personas con insomnio crónico pueden experimentar somnolencia diurna, bajo rendimiento laboral o escolar, y desequilibrio emocional (estrés, ansiedad, depresión). 
  • Relación con enfermedades crónicas: El insomnio se ha asociado con un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, síndrome metabólico e hipertensión arterial. Las personas que duermen menos de cinco horas por noche tienen más probabilidades de desarrollar diabetes y sufrir ataques cardíacos. 
  • Nutrición y sueño: La alimentación también puede influir en el insomnio. Por ejemplo, ciertos alimentos ricos en triptófano (un aminoácido) pueden ayudar a inducir el sueño. La melatonina, una hormona relacionada con el sueño, también puede verse afectada por la dieta. 
En resumen, el insomnio puede afectar negativamente la longevidad al debilitar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas. Mantener hábitos de sueño saludables y prestar atención a la nutrición pueden contribuir a una vida más larga y saludable. 

¿En qué grado es genética la longevidad?

Un nuevo vídeo del canal NutritionFactsOrg

La longevidad está influenciada por una combinación de factores genéticos, medio ambiente y estilo de vida. Aunque existen ciertos hábitos saludables, como la dieta y la actividad física, los científicos aseguran que la genética desempeña un papel importante en nuestra duración de vida.  

La longevidad humana está influenciada por una combinación de factores, incluyendo la genética, el medio ambiente y el estilo de vida. A continuación, te proporciono algunos detalles sobre cómo la genética contribuye a la longevidad: 
  • Influencia genética: Se estima que aproximadamente el 25% de la variación en la duración de la vida humana está determinada por la genética. Sin embargo, no se conocen completamente los genes específicos y cómo contribuyen a la longevidad. Algunos polimorfismos comunes (variaciones genéticas) asociados con períodos de vida prolongados se encuentran en los genes APOE, FOXO3 y CETP. 
  • Estilo de vida y factores ambientales: Las mejoras en el medio ambiente (como acceso a alimentos, agua potable, vivienda y atención médica) han aumentado significativamente la esperanza de vida desde el siglo XX. Las personas longevas comparten ciertos hábitos saludables, como no fumar, mantener un peso saludable y manejar bien el estrés. Los hermanos y parientes de primer grado de personas longevas también tienen más probabilidades de vivir hasta una edad avanzada. 
  • Estudios recientes: Un estudio evolutivo de genómica comparada identificó más de 2.000 nuevos genes vinculados a la longevidad en humanos. La variación en la longevidad entre especies se cree que es principalmente genética, mientras que dentro de una especie, el medio ambiente también desempeña un papel importante. 
Veamos algunos puntos clave: 
  • Genética y Longevidad: Las mejoras ambientales a lo largo del tiempo han aumentado la esperanza de vida, pero la genética también es relevante. Las personas longevas comparten similitudes en sus estilos de vida: no fuman, manejan bien el estrés y tienen un peso saludable. Los hermanos y parientes de personas longevas también tienden a vivir más tiempo, lo que sugiere una influencia genética. 
  • Estudio de los Genes de la Longevidad: Aproximadamente el 25% de la variación en la duración de la vida humana está determinada por la genética. Se han identificado algunos polimorfismos genéticos asociados con la longevidad, como los genes APOE, FOXO3 y CETP. Sin embargo, aún no se comprende completamente qué genes y cómo contribuyen a la longevidad. 
  • Estilo de Vida y Genética: El 70-75% de la longevidad se atribuye al estilo de vida, mientras que solo el 25-30% se relaciona con la genética. La combinación de ambos factores es crucial para determinar cuánto tiempo vivimos. 
En resumen, aunque la genética influye en la longevidad, no es el único factor determinante. El estilo de vida, el entorno y otros factores también son cruciales para vivir una vida larga y saludable.

Metformina, ¿un fármaco de larga historia para la longevidad?


La metformina es un fármaco utilizado principalmente para tratar la diabetes tipo 2. Sin embargo, en los últimos años, ha surgido un interés creciente en su posible papel como antienvejecimiento. Ha sido expuesto en dos recientes artículos de prensa (en El País y en El Correo), que se pueden leer en los dos tuits finales. Permíteme explicarte más al respecto: 
  • Efectos de la metformina en la longevidad
    • Estudios con animales: Diversos estudios realizados en animales han demostrado que el uso de la metformina puede aumentar la longevidad en aquellos animales tratados con ella. Esto ha generado interés en investigar si también podría tener efectos similares en los seres humanos. 
    • Mecanismos: La metformina actúa de varias maneras: Supresión de la producción de glucosa: Reduce la producción de glucosa en el hígado. Aumento de la sensibilidad a la insulina: 
    • Mejora la sensibilidad de los receptores celulares a la insulina. Activación de la enzima AMPK: Esta enzima simula los efectos de la restricción calórica, que se ha relacionado con una mayor longevidad. 
    • Estudios en humanos: Actualmente, se están realizando ensayos clínicos para evaluar el uso de la metformina en la longevidad humana. 
  • Investigación en curso: Aunque hay evidencias prometedoras, aún se desconocen completamente los mecanismos precisos a través de los cuales la metformina ejerce sus efectos antienvejecimiento. Se están llevando a cabo investigaciones adicionales para comprender mejor su impacto en la salud y la longevidad. 
En resumen, la metformina es un fármaco que, además de tratar la diabetes, está siendo estudiado por su posible capacidad para proteger contra enfermedades relacionadas con el envejecimiento y prolongar la vida saludable.  

Aunque generalmente es bien tolerada, la metformina puede causar algunos efectos secundarios. Algunos de los efectos más comunes y los más graves: 
  • Efectos secundarios más comunes
    • Náuseas y vómitos: Algunas personas pueden experimentar náuseas o vómitos al comenzar a tomar metformina. Estos síntomas suelen disminuir con el tiempo. 
    • Dolor de estómago y acidez: La metformina puede causar malestar estomacal o acidez. Tomarla con alimentos puede ayudar a reducir estos efectos. 
    • Hinchazón y gases: Algunas personas pueden experimentar hinchazón abdominal o gases. 
    • Diarrea y constipación: Estos problemas también pueden ocurrir al inicio del tratamiento con metformina. 
    • Pérdida de peso: Algunas personas pueden notar una disminución de peso mientras toman este medicamento. 
    • Dolor de cabeza y sabor metálico en la boca: Estos efectos secundarios son menos comunes pero pueden ocurrir. 
  • Efectos secundarios graves
    • Acidosis láctica: Aunque poco común, la metformina puede causar acidosis láctica, una complicación grave. La FDA emite una advertencia sobre este riesgo. Si experimentas debilidad, dificultad para respirar, dolor muscular o confusión, busca atención médica de inmediato. 
    • Anemia: En raras ocasiones, la metformina puede afectar los niveles de vitamina B12 y causar anemia. 
Recuerda que siempre debes comunicarte con tu médico si experimentas efectos secundarios o tienes preocupaciones. Otros posts sobre la metformina.

Ergotioneina, la "vitamina de la longevidad"

Nuevo vídeo del canal de Michael Greger.

La ergotioneina es un aminoácido único de origen natural producido por los hongos, la levadura y algunos tipos de bacteria. Aunque aún no se considera una vitamina, su importancia para el metabolismo celular humano es evidente. Nuestro metabolismo tiene una proteína en la membrana celular que se especializa en transportar la ergotioneina a las células, lo que la convierte en un componente fundamental de la función celular. 

 ¿Qué hace la ergotioneina una vez que se incorpora a las células? Ejerce varias acciones biológicas que protegen y mejoran la función celular: 
  • Acción antioxidante: Ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres. 
  • Regulación de la inflamación: Contribuye a mantener un equilibrio saludable en las respuestas inflamatorias. 
  • Ayuda para la desintoxicación: Participa en procesos de eliminación de sustancias tóxicas. Las dietas ricas en ergotioneina se han asociado con efectos protectores y promoción de la longevidad. 
Por estos motivos, la ergotioneina ha sido denominada como la "vitamina de la longevidad". En resumen, la ergotioneina es un compuesto importante para la salud celular y puede encontrarse en alimentos como hongos, levadura y algunos tipos de carne. Si bien no es un medicamento, su presencia en la dieta puede contribuir a mantener un organismo más saludable y resistente al envejecimiento.

La ergotioneina es un aminoácido natural que se encuentra en varios alimentos. Aquí aparecen algunos ejemplos: 
  • Los hongos, especialmente los champiñones, son la principal fuente dietética de ergotioneina. Tipos como el champiñón ostra, el shiitake, el maitake, el porcini y el champiñón rey contienen niveles significativos de esta sustancia
  • El hígado es otro alimento que contiene ergotioneina. Si bien no es tan común como los hongos, es una opción para obtener este aminoácido. 
  • Legumbres, como las judías negras y las judías rojas también son ricas en ergotioneina. 
  • El salvado de avena (o avena integral) es una buena fuente de ergotioneina.
Existen suplementos de ergotioneina disponibles en el mercado. La ergotioneina, un aminoácido natural con propiedades antioxidantes y beneficios para la salud, ha despertado interés en la comunidad científica. Se ha demostrado que la ergotioneina preserva la longitud de los telómeros y ralentiza su acortamiento en situaciones de estrés oxidativo.  Estos productos pueden ayudar a aumentar la ingesta de este aminoácido y potencialmente beneficiar la función cognitiva, el sistema inmunológico y la salud cardiovascular.

El papel de las mitocondrias en la salud y la longevidad

Recogemos en El Correo del 4-4-24 este artículo de Julia FernándezCómo activar tu mitocondria con pequeños gestos para vivir más y con más saludLas mitocondrias, orgánulos presentes en casi todas las células eucariotas, desempeñan un papel fundamental en la producción de energía celular a través de la respiración celular. Además de su función energética, las mitocondrias están implicadas en una variedad de procesos celulares, incluida la regulación del metabolismo, la apoptosis y la señalización celular

Para cuidar las mitocondrias, la receta es siempre la misma: alimentación sana, ejercicio físico, dormir bien,... Pero hay diferentes caminos para conseguirlo. El artículo, entrevistando a Antonio Valenzuela, sugiere cinco gestos para cuidar las mitocondrias
  1. 'Snacks' de movimiento: Mantenerse saludable incluye actividad física, «que no ejercicio». Es decir, para que tus mitocondrias vayan como la seda y tú también no hace falta que te conviertas en un atleta. «Se trata de mantenerse activo a lo largo de la jornada. Es más importante eso que hacer deporte una hora y pasar el resto del día sentado». El experto propone que sustituyamos los 'snacks' de comida que nos ponemos en los ratos de ocio (aceitunas, patatas, gominolas...) por lo que llama «snacks de movimiento: levántate cada hora, haz unos saltos, o unas sentadillas o bici estática... ¡Con un minuto es suficiente!». 
  2. Come como tu bisabuelo. La comida ultraprocesada no es el combustible que necesita nuestro cuerpo. Es la gasolina que alimenta el incendio que devora nuestra salud. «Hay que comer como nuestros abuelos... o mejor dicho, como nuestros bisabuelos: comida real, de calidad y evitando sobrealimentarnos porque esto satura las mitocondrias». Según su planteamiento, hay que ingerir de todo: verduras, pescado, carnes, frutos secos... «Y beber agua, al menos dos litros al día. Uno de los primeros síntomas de que estamos deshidratados es el cansancio». Otro asunto que tenemos que poner en práctica es el ayuno intermitente (post reciente). Se trataría de pasar al menos 12 horas sin probar bocado y lo ideal sería que lo hiciéramos en nuestro descanso nocturno. «Nuestra genética está programada para ello», señala. «Podemos retrasar un poco el desayuno para conseguirlo». Durante el ayuno, el cuerpo experimenta cetosis y cambia su fuente de combustible de glucógeno almacenado a ácidos grasos.
  3. No descuides el magnesio, Una dieta equilibrada debería proporcionarnos todo lo que necesitamos, pero hay un nutriente que tenemos que cuidar: debemos mantener nuestros niveles de magnesio adecuados. – ¿Con suplementos? – O tomando alimentos ricos en él. Aunque para eso hay que asegurarse que son de calidad y muchas veces no son fáciles de conseguir porque la agricultura intensiva y el suelo empobrecido influyen negativamente. Esta molécula está presente en «verduras de hoja verde como las espinacas, el kale, las acelgas, el brócoli...», el cacao puro, frutas «como aguacates, frambuesas, plátanos...», frutos secos y alimentos del mar. Por cierto, ojo con el estrés, que es un vampiro del magnesio.
  4. Baños de sol... y de frío. Pasar horas bajo el sol no es buena idea, pero darse pequeños baños diarios les encantan a nuestras mitocondrias. «No se trata de exponerse a él a las tres de la tarde en agosto», advierte, pero sí pasar unos minutos al amanecer o al atardecer. «Y podemos hacerlo desde casa, con la ventana abierta, eso sí, no detrás del cristal». También conviene darse baños de frío. «Nuestras mitocondrias elevan nuestro metabolismo y producen calor». Para estimularlas, hay que huir «del sedentarismo térmico en el que afortunadamente vivimos». No se trata de apagar la calefacción y pasar frío durante horas, «basta con, por ejemplo, salir a la calle y esperar un poco a sentirlo antes de ponerse el abrigo». 
  5. Respirar bien. Lo hacemos de continuo, pero le prestamos poca atención. Es hora de empezar a respirar bien: «Por la nariz y no por la boca porque la oxigenación es mayor y más completa». También conviene hacerlo de forma «profunda y usando el diafragma». «Según un estudio de la Universidad de Stanford, con tan sólo cinco minutos al día de práctica de esta técnica ya se obtienen beneficios para la salud», señala en el libro, donde despliega toda su teoría,
El proceso de envejecimiento es un fenómeno complejo influenciado por una variedad de factores, entre ellos, el estado de las mitocondrias, las estructuras intracelulares responsables de la producción de energía. Las mitocondrias desempeñan un papel importante en la supervivencia y muerte de las células. Por lo tanto, comprender y promover una función mitocondrial óptima es esencial para mantener una vida más saludable y longeva. No sólo son las “centrales eléctricas” de nuestras células, sino también guardianes de nuestra salud y longevidad. 

Aquí tienes una lista de alimentos que pueden ayudar a mantener y mejorar la función mitocondrial: Antioxidantes, con arándanos y otras bayas. Vitaminas B, con carne de res (de pasto):o de caza: Prueba la carne de búfalo o de caza. Azufre, como el brócoli, la coliflor, la col rizada y el repollo. Grasas saludables, como aguacates, aceite de oliva virgen extra. Magnesio, en espinacas, almendras o aguacates.

Certezas de la alimentación para una vida longeva

Síntesis de una noticia de Marta Fdez. Vallejo en El Correo del 14-10-23

Mucho se escribe, también en este blog sobre alimentación y longevidad, pero no siempre las recomendaciones coinciden plenamente, e incluso se contradicen consejos en numerosas ocasiones. Por ello, nuestra labor es encontrar las mejores y más actuales referencias con el máximo rigor científico para acertar con la dieta óptima en nuestra nutrición diaria.

La receta para tener una vida más larga ya es conocida: hacer ejercicio, nada de tabaco ni alcohol y comer sano. Aunque factores genéticos también influyen, sin duda. Pero, ¿cuántos años ganaríamos si mejoramos la dieta de la noche a la mañana? Una investigación de la Universidad noruega de Bergen de febrero de 2022 respondió a esa pregunta: un cambio de alimentación podría alargar la vida incluso más de una década. Y, lo que es más importante, nunca es tarde para arañar un tiempo extra a la vida. Incluso personas cercanas a los 80 años pueden elevar su esperanza de vida entre tres y cuatro años si hacen hueco en el plato a los alimentos que favorecen la longevidad.

Los investigadores recopilaron y compararon resultados de decenas de estudios relacionados con la dieta y la longevidad en poblaciones de Estados Unidos, China y Europa. Según el estudio, «introducir estos cambios en la alimentación a los 20 años podría alargar nuestra vida entre diez y trece años, mientras que hacerlo a los 60 nos haría vivir hasta ocho años más», detalla Sandra López Doménech, doctora en Biomedicina y Biotecnología e investigadora en Endocrinología y Nutrición de la Fundación Fisabio. Eso sí, estos cambios deben mantenerse al menos una década para conseguir el máximo efecto. Pero incluso modificaciones parciales en la dieta pueden prolongar nuestra vida hasta en siete años si comenzamos antes de los 30.

El informe concluyó que, en general, «se debe reducir al mínimo posible el consumo de carne roja, los alimentos ultraprocesados y los ricos en azúcares, sustituir las harinas refinadas por granos integrales y aumentar las raciones de legumbres y frutos secos», detalla la científica de esta fundación dedicada a la investigación sanitaria. Frutas, verduras y pescado logran también «efectos muy positivos sobre la salud», pero su consumo en la dieta actual no es tan bajo como el de legumbres y frutos secos, motivo por lo que se necesita incrementar más la ingesta de estos últimos. De hecho, en los hogares españoles se comen cada vez menos legumbres: desde la década de los 60 hasta la actualidad, ha caído más de un 50%.

Otros grupos de alimentos estudiados podrían tener un efecto más bien «neutro» en la longevidad. Es el caso de la carne blanca, el huevo y los aceites vegetales. Con excepción del aceite de oliva, que sí tiene un papel protector sobre la salud.

Las legumbres deben ser la principal fuente de proteínas en nuestra alimentación. Alubias negras, lentejas, garbanzos, judías blancas... Son los verdaderos elixires de la longevidad. Contienen fibra y más nutrientes por gramo que cualquier otro alimento del planeta. La medida: un mínimo de cuatro raciones semanales de entre 70 y 100 gramos de legumbres, según la edad y la actividad física, reducen en un 14% el riesgo de infarto debido a que rebajan significativamente los niveles de colesterol 'malo'.

Es preferible evitar los alimentos de origen animal. El Fondo Mundial de Investigación contra el Cáncer fija un máximo de 350 gramos semanales. Una recomendación de los nutricionistas: los huevos son un alimento con un excelente perfil nutricional y pueden sustituir a las proteínas de la carne roja. En lo que hay consenso es en el consumo de pescado dos o tres veces a la semana, y mejor si tiene alto contenido de omega 3, que protege de las enfermedades cardiovasculares. «Las sardinas, el salmón, el atún y el boquerón se encuentran entre los pescados azules más consumidos en España. Tienen proteínas de alto valor biológico e incluyen todos los aminoácidos esenciales», valora Ana Tellería, médico nutricionista del centro IMQ Zurriola.

Otro de los cambios que hay que hacer en esa dieta para la longevidad es aumentar la ración de frutos secos. «Almendras, avellanas, nueces, pistachos y anacardos sobresalen por sus nutrientes. Aunque la cantidad varía de un tipo a otro, el porcentaje de proteínas que aportan oscila entre el 10% y el 30%. Su contenido en grasas es alto y llega hasta el 60%, pero son ácidos grasos saludables. Por ello, la Fundación Española del Corazón recomienda su consumo diario, pero «sin exceder los 30 gramos», añade la especialista en Endocrinología y Nutrición.

Sin ultraprocesados, ni dulces.  Un alimento ultraprocesado es el que se elabora sin productos frescos y está repleto de conservantes, aditivos, potenciadores del sabor, azúcar, grasas perjudiciales: hamburguesas, salchichas, pizzas, bollería industrial,... La Sociedad Americana de Medicina Preventiva ha alertado de que el consumo de ultraprocesados se asocia al 10,5% de las muertes prematuras prevenibles. ¿Y cuál es el límite? «En personas jóvenes, delgadas y deportistas el límite de consumo de pizzas o hamburguesas sería de una o dos veces al mes», apunta el doctor Miguel Ángel Rodríguez González, especialista en medicina preventiva y salud pública. Para el resto de la población, mejor evitar todos los ultraprocesados.

El azúcar es uno de los principales enemigos de la salud: es culpable de la epidemia de obesidad y sus enfermedades asociadas. Sólo a causa de la diabetes fallecen en España 25.000 personas cada año. La Organización Mundial de la Salud fija un máximo de 25 gramos al día, unas cinco cucharadas de postre. Una lata de refresco ya contiene siete.

Y a partir de los 50 años
  • Proteínas: Un gramo por kilo de peso. Que sean en su mayoría de origen vegetal. 
  • Fibra: 25 gramos para las mujeres y 38 gramos para los hombres. El consumo de fibra se ha asociado con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y obesidad, detalla la doctora Carmela Manrique, especialista en Endoncrinología del centro IMQ Colón.
  • Calcio: Debe proceder fundamentalmente del consumo de productos lácteos, ya que la biodisponibilidad del calcio (porcentaje de absorción) es mucho mayor frente a la de alimentos vegetales, destalla la especialista. La cantidad: 800 mg diarios, aunque se puede necesitar un extra (hasta 1200 mg) a partir de los 50 años y más aún con la menopausia.
  • Vitamina D: 15 microgramos al día (600 UI) y 30 minutos de exposición lumínica diaria. «No existen datos para recomendar la suplementación para obtener beneficios», puntualiza la especialista en Endocrinología.
  • Vitamina B12: Influye en el metabolismo energético, la función inmunitaria, la reparación del ADN y la producción de glóbulos rojos. La dosis diaria recomendada es de 2,4 microgramos. La vamos a encontrar en productos de origen animal. Por tanto, su carencia suele afectar a personas que siguen dietas desequilibradas y en veganos.
  • Antioxidantes: Presentes en alimentos que contienen vitaminas A, C o E. Su función es eliminar los radicales libres que provocan estrés oxidativo, por lo que incluirlos en tu dieta ayudará a retrasar el envejecimiento.
  • Ácido fólico: Para conseguir un aporte apropiado es necesario el aumento de consumo de fuentes naturales (verdura de hoja oscura, fruta, pan, cereales, cacahuetes, avellanas, hígado).

Ocho factores para una vejez feliz y longeva

El secreto para tener una vejez saludable
: Un equipo formado por especialistas del hospital General de Massachusetts y la Universidad de California ha identificado los ocho factores que más impactan en la longevidad de las personas. Según recoge una noticia de Fermín Apezteguia, el pasado miércoles, 28 de febrero 2024, en El Correo.

No se trata de vivir más, sino mejor. Hubo un tiempo en que el pedigrí de los servicios de salud occidentales se medía en función de la cantidad de años ganados para la esperanza de vida global. Esa idea está hoy ya desterrada. Lo que de verdad importa ahora son los años de calidad existencial. A la hora de evaluar la felicidad individual la enfermedad cuenta, pero sobre todo, cuenta la vida

El equipo citado ha identificado los ocho factores que más impactan en la longevidad de las personas. Sus ocho mandamientos constituyen el secreto mejor guardado de la Humanidad, el de cómo llegar a una vejez saludable. Los expertos hablan, sobre todo, de cuestiones sociales. De la forma en que influye en el bienestar de las personas mayores el hecho de que vivan en un barrio limpio, mantengan relaciones con los más jóvenes de la comunidad y se sientan respetados. 

El trabajo, que se ha publicado en la revista 'The Proceedings of the National Academy of Sciences' de EE UU, consistió en entrevistar a 8.250 adultos de 65 años o más durante cuatro años. Pasado ese tiempo, el 22% de los participantes había fallecido. Las causas y condiciones de su muerte permitieron establecer 183 cuestiones de tipo social que favorecieron su muerte o, dicho en positivo, pueden contribuir a una vejez saludable. 

«Es un trabajo muy interesante porque concede a los clínicos una herramienta para medir el impacto de las condiciones sociales en la salud, aunque se echan de menos algunas cuestiones que para nuestra sociedad mediterránea resultan trascendentales», valora el especialista Andrés Losada, vicepresidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontologia y catedrático de la especialidad en la Universidad Rey Juan Carlos. «El grado de control que uno siente que tiene sobre su entorno o el mantenimiento de metas y de ilusiones contribuyen de manera decisiva en la salud mental de las personas», explica el experto, que valora los ocho medidores de la salud al final de la vida:
  1. Un vecindario cuidado. «Un barrio al que se dedican pocos o ningún recurso es un entorno que, muy probablemente, cuenta con una renta per cápita baja», explica el experto. La ecuación es sencilla. Menos fondos, peor alimentación, peores recursos sociales, más posibilidades de morir antes.
  2. Control de las finanzas. La falta de recursos económicos no solo impide el mantenimiento de una dieta sana. También limita las relaciones sociales y las posibilidades de acceso a programas de ocio. «En Estados Unidos ocurre mucho más, pero aquí también».
  3. Reunirse con jóvenes y niños una vez al año. «Lo físico no lo explica todo», advierte contundente Andrés Losada. Hasta el punto de que muchos viejos y ancianos –palabras cada vez más reivindicadas por el amplio grupo incluido en el limitado término de mayores – dan mayor importancia a lo social que a lo biológico en lo intergeneracional. «Se nota que el trabajo está hecho en EE UU, porque un contacto limitado a una vez al año resulta totalmente insuficiente en nuestra cultura».
  4. Trabajar o mantenerse activo. El mundo laboral cubre una de las áreas más relevantes de contacto con las personas y el mantenimiento de la actividad cognitiva. «El trabajo no solo impacta sobre la economía individual, sino también sobre las relaciones personales».
  5. Mantener relaciones activamente con los nietos. Su impacto sobre el bienestar emocional es comparable al de reunirse con jóvenes y niños. «Los nietos en el sur de Europa desempeñan un papel trascendental en la felicidad de los abuelos».
  6. Hacer voluntariado. «Es algo fundamental que tiene que ver con la generatividad (posts varios)», el interés de las personas de mediana edad y mayores por guiar y asegurar el bienestar de las siguientes generaciones. Favorece la formación de los jóvenes y enriquece a todos los participantes.
  7. Evitar la soledad no deseada. A juicio de Andrés Losada, éste es uno de los fallos del estudio, porque no es lo mismo sentirse aislado que estar solo. Quizás los autores del trabajo se referían a esto último. La soledad puede trabajarse con programas de intervención. Combatir el aislamiento resulta más complejo, porque tiene que ver más con la personalidad de la persona, sus traumas infantiles y su trayectoria vital.
  8. Ser tratado con respeto y cortesía. «Más que de respeto y cortesía debería hablarse de la educación como indicador de bienestar», destaca el geriatra. Una sociedad educada, defiende, promueve el respeto y el buen trato hacia todas las personas en general, no sólo hacia sus mayores. «Evaluar el bienestar de una sociedad sin tener en cuenta las desigualdades sociales sólo contribuye a aumentarlas», subraya Kenneth E. Covinsky, autor principal del estudio. La vida, de hecho, está fuera del hospital.

Celanova y Ourense, el misterio de las Zonas Azules en España


En general, España va camino de desbancar a Japón como el país más longevo del mundo en 2040. Según un estudio de la Universidad de Washington publicado en The Lancet en 2018, para 2040, la proyecciones sitúan la esperanza de vida de los españoles en 85,8 años. Por otra parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) proyecta a España como el país más envejecido del mundo para el año 2050, con un 40% de la población por encima de los 65 años.

Como capital de provincia destaca de Ourense: sus centenarios son los más longevos del mundo De cada 100.000 habitantes, 75 son centenarios. Más aún, en la comarca de Tierra de Celanova, 252 por cada 100.000. Si bien es cierto que preferimos la longevidad medida como esperanza de vida, a cualquier edad desde el nacimiento, estos porcentajes de personas centenarias también pueden indicar lugares tipo  “zonas azules” –o áreas con habitantes de edad avanzada.

Respecto a los notables registros de la famosa isla japonesa de Okinawa, donde de cada 100.000 habitantes, 68 superan el siglo de vida, el municipio Ourense roza la cifra y queda muy superada por la comarca Tierra de Celanova (con bajísima presencia de infancia y juventud). 

Al hacer una comparación entre estos milagrosos destinos (Okinawa, Nicoya, Icaria, Loma Linda o Cerdeña), en todos ellos se encuentran los mismos paralelismos: tranquilidad, vida activa y armonía con el entorno, muy rural en el caso de Celanova

Sin industria, ni contaminación, los vecinos de Ourense viven tranquilos gracias al campo y al ganado. "Se trata de poblaciones rurales, relativamente pobres, donde no existe obesidad. También suelen ser individuos que viven vidas sencillas, con menos estrés que la mayoría", asegura David Reher, catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense. Son poblaciones tan ligadas estrechamente con el mundo rural que estas personas se sientan útiles hasta el final de sus vidas, algo que no ocurre en las ciudades, donde los ancianos pasan a jugar un papel más pasivo, y nada productivo. 

Los expertos inclinan la balanza de las causas en estos grupos concretos hacia una alimentación muy sana, basada en productos de la tierra, donde abundan las frutas y las verduras, pocas calorías y muchos nutrientes. En este sentido, en aquellas zonas donde destacan los centenarios también llaman la atención sus bajas tasas de enfermedades como arterioesclerosis, cáncer, Alzheimer, etc. 

Aunque los estudios sobre Ourense aún son escasos y todavía no tiene la denominación de Zona Azul, se encuentra en el punto de mira de los científicos que buscan averiguar cómo llegar al final de nuestro camino de manera tan saludable. 
Para estudiar todas las causas, un grupo de profesionales de la salud (profesionales, médicos, farmacéuticos, nutricionistas, etc.) se decidió a crear una mezcla entre asociación y laboratorio de la longevidad llamada OurensiVIDAd. Entre sus fines, ver en la inscripción abierta a nuevos miembros, se encuentran potenciar la divulgación del valor nutritivo y las propiedades saludables de los productos alimentarios y los hábitos saludables de la provincia de Ourense, como alimentación sostenible dentro de la dieta atlántica, hábitos de vida saludable, termalismo y conductas medioambientales ligadas a la longevidad basada en la evidencia. 

Con proyectos como GetxoLong aspiramos a crear municipios vivos, de presente y de futuro, con alta esperanza de vida para quienes nazcan y vivan en Getxo (Bizkaia), buscando mejorar la natalidad, atrayendo y reteniendo a la juventud para que asienten sus familias, así como siendo un destino inmejorable de las personas mayores. Podemos aprender mucho de Ourense como un modelo 1.0 de longevidad, pero otros referentes 2.0 como Singapur deben guiar nuestro camino.

Los siete pilares de la longevidad saludable según Vicente Mera


Los 7 pilares de la longevidad, en orden de importancia decreciente, según el Dr, Vicente Mera del SHA y de la empresa de suplementos Kobho Labs. Ha sido Premio European Awards in Medicine 2021, que le acredita como mejor médico europeo en el campo de la Medicina Antiaging. Es autor de una obra titulada "Joven a cualquier edad".

Nos ha parecido muy interesante el podcast, si bien algo condicionado por la insistencia en la venta de suplementos, y con alguna extraña relación -creemos poco acertada- respecto al "magnetismo" y a los "vehículos eléctricos". Cita, de pasada, el caso del rejuvenecimiento del millonario Bryan Johnson, que ya hemos presentado en este blog al que pronto dedicaremos un post específico. Recomienda el Plato de Harvard (ver en este post) como la comida óptima.

Estos 7 criterios del vídeo coinciden con nuestros 6 pilares de la longevidad agrupados en el acrónimo GRECIA (Gratitud, RelajaciónEjercicio, Conexión, Ikigai y Alimentación), que venimos presentando reiteradamente en este blog, y a los que añadimos siempre Sueño, Agua y Naturaleza. Repasemos, junto al índice del podcast, estos siete elementos:
  1. Alimentación, en cantidad y calidad (poca), Distinguiendo entre alimentos (fibra, leche de avena, boniato, pescado azul pequeño,...), anti-alimentos (azúcar y aspartamo prohibidos, carnes rojas, pan, patata, productos lácteos -fuera de la infancia-,...) y super-alimentos (antioxidantes, senolíticos,... Recomienda el ayuno intermitente de 16/8 horas, al menos un día a la semana como mínimo. Insiste en el mito del desayuno como principal comida, porque no lo es. Sugiere el desayuno japonés con la sopa de Miso (con probióticos, colágeno, magnesio, resveratrol,..). También habla del agua de calidad, embotellada o con ósmosis inversa.
  2. Ejercicio (aeróbico o cardiovascular y también de fuerza o isométrico), sentadillas,.... 
  3. Gestión de las emociones y el estrés (Relajación), con atención a la respiración abdominal (pranayama),..., 
  4. Sueño, con un total semanal mínimo de 40 horas semanales y menos de 60. Una media de 7 horas de promedio por día. Usar relojes inteligentes (como el Apple Watch) para medir el sueño. Con atención a la apnea del sueño y el truco de que nadie se duerme mientras come,... Dormir con la cabeza hacia el norte (como los gatos) o en camas magnéticas como la Hogo,... La hormona del crecimiento se libera durante el sueño, como holandeses y suecos.
  5. Salud digestiva, clave de la salud, que puede requerir probióticos para el cuidado de la biota y la bioma intestinal,...
  6. Hormonas, para prevenir -por ejemplo- menopausia, siempre con parches por vía transdérmica.  
  7. Eliminación de tóxicos y toxinas, como el alcohol (post contra drogas legales),... 
Cronograma de temas:
0:00 "Cada ser Humano tiene 3 edades: apariencia, cronológica y biológica" (4ª edad subjetiva) 3:51 ¿Podemos saber cuándo vamos a morir aproximadamente? Los Telómeros 5:01: Que hace que los telómeros se acorten y peligre tu vida
6:00 ¿Qué influye más en nuestra salud? ¿Genética o Hábitos? 8:07 “Estos son los 7 pilares de una vida saludable” 9:31 “Los alimentos se dividen en 3 grandes grupos” 10:52: Porque es mejor comer producto local 11:24: El anti alimento #1 (azúcar) 13:33:32 El gran peligro de la carne roja 18:11:18 ¿Por qué seguimos bebiendo leche de vaca todavía? 20:34 “Los japoneses son los que más viven: El ayuno intermitente 23:58 El mito del desayuno 25:07 ¿Por qué los japoneses desayunan Miso? 26:37 Las increíbles propiedades del Miso 28:16 “Hable con el dueño de Mercadona, puede cambiar España” 30:29Todos los vegetales son buenos menos la patata32:03 Porque los japoneses tienen la piel perfecta 37:32 Los probióticos y la suplementación 42:26 La comunicación: La razón o la Emoción 44:07 Hara Hachi Bu "busca el placer de quedarte con hambre" 47:56 El ejercicio físico: 50% isométrico 50% cardiovascular 58:17 ¿Qué suplemento con biodisponibilidad debería tomar todo el mundo? 58:46 Hay un 20% de neuronas en el intestino 1:03:19 Deberían ir los jóvenes más al médico, biohacking,... 1:07:33Estamos diseñados para vivir 120 años1:11:59 Cómo vencer a la apnea del sueño 1:13:21 Consecuencias graves de no descansar correctamente 1:21:11 Cómo funcionan las hormonas 1:23:57 ¿Por qué hay gente que tolera mejor el alcohol? 1:26:22 ¿Cuándo se libera la hormona del crecimiento durante el sueño o en ejercicio? 1:29:42 ¿Cómo elimina nuestro cuerpo las toxinas? 1:32:00 “Lo ideal sería una relación sexual al día” 1:46:09 Tenemos 3 estrellas que nos guían en la vida, cuya primera es la salud.

 
Como bonus otra grabación con el Dr, Vicente Mera.
Más posts sobre Alimentación, EjercicioRelajación, Sueño....