Las cinco primeras recomendaciones del "Decálogo de consejos para acertar con tu próximo VE", que venimos publicando en sucesivos posts se refieren a marcas y modelos de máxima calidad. Los tres primeros criterios se referían a escoger bien la marca (por software propio, infraestructura de recarga y máximo grado de integración. Los dos siguientes al mejor modelo (por aerodinámica y seguridad).
El sexto consejo analiza las cuatro opciones de recarga vinculada (en casa y/o en el trabajo) que conducen a convertirte en un usuario de Vehículo Eléctrico a Batería (BEV) más o menos feliz y despreocupado. El nivel óptimo, al alcance de pocos aún, son los de quienes disfrutan de autoconsumo, con placas fotovoltaicas que les convierten en productores-consumidores de energía eléctrica. Pronto haremos un post sobre estos afortunados, que gozan de esta oportunidad y donde lo único extraño es que queden "producers" que aún no disponen de BEV. Con esta fórmula, la energía para viajar es enteramente gratuita.
El segundo nivel, ya más frecuente, es el de quienes disfrutamos de garaje (en propiedad o en alquiler) donde podemos instalar un wallbox para recargar en los tiempos de aparcamiento de nuestro BEV. Es el caso de nuestra casa en Getxo, donde hace ya cinco años instalamos un cargador de Policharger (ver fotos) que funciona a la perfección. Disponiendo de carga dinámica, prioriza el hogar sobre el VE, de modo que envía el remanente no usado en la casa a recargar el vehículo eléctrico.
De este modo, no hay que elevar la potencia previa contratada, dado que por la noche el consumo en la casa suele ser muy bajo. En nuestro caso, hemos mantenido los 3,7 kW de potencia, y con la tarifa del Plan Online de Iberdrola el precio es menos a 0,13 €/kWh a cualquier hora y día. En estas condiciones, con un consumo promedio de 15 kWh/100km, recorrer 100 km cuesta 1,95€ en nuestro Tesla Model 3. El equivalente a un litro de gasolina o diésel a los precios actuales.
Hemos de recordar que la instalación de un PDR está subvencionada por el Plan Moves III con un 70% del coste sin IVA (incluso el 80% en municipios de menos de 5000 habitantes).
Instalación en Getxo en 2019, garaje comunitario, con una caja de protección
El tercer nivel es cuando el garaje no está en el mismo edificio que nuestra vivienda. Es el caso que tenemos en nuestra residencia en Alicante (véase en imágenes), donde hemos debido contratar un nuevo contador para instalar el cargador. Dado que se trata de usarlo en exclusiva para la recarga de cualquier vehículo eléctrico, elegimos instalar con Smart Mobility de Iberdola un PDR de la marca WallBox: el Pulsar Plus monofásico 7,4 kW Tipo 2/Mennekes con cinco 5m de cable (coste de 650 €).
Con el Plan Vehículo Eléctrico de Iberdrola, hemos contratado apenas 1 kW de potencia entre las 9 a las 24 horas del día (cuando no recargamos y para que no pagar anualmente más Término de Potencia Punta, a 36,993885 €/kW y año). Sin embargo, con el Término de Potencia Valle a 9,999959 €/kW y año, hemos contratado 7,4 kW de potencia. Con el Término de Energía Promocionado a unos ridículos 0,03 €/kWh de 1 a 7 de la madrugada, cada noche podemos recargar 44,4 kWh que da para 300 km de recorrido (por no recargar en otro horario al disparatado coste de 0,352374 €/kWh, que obviaríamos yendo al cercano SuC con el mismo precio). Si bien hay que pagar el coste fijo total anual del contador de 111 € (37*1 + 7,4 *10), con esta fórmula nocturna que posiblemente rebajaremos a 53€ (37*0,1 + 5+10), recorrer 100 km cuesta 0,45€, el equivalente a un cuarto de litro de combustible fósil.
Con estas tres primeras fórmulas de recarga doméstica, ya no vale la pena molestarse en sacar la manguera para recargar en centros comerciales para ahorrar unos pocos céntimos o euros en la denominada recarga de oportunidad. Hacemos realidad el paradigma de "carga cuando paras" y no "paras para repostar" como hacen los vehículos de combustión.
El cuarto nivel es el de quienes no disponen de recarga vinculada, ni en el hogar ni en el trabajo. En este caso hay que recurrir a cargadores públicos, de los que ya hay más de medio millón de PDR en Europa y más de 22.000 en España (véase en este post). Es una situación menos cómoda, pero los países en vanguardia en Europa (como en los Países Bajos) ya están instalando a petición ciudadana estos PDR cerca de los domicilios que lo soliciten.
Sin recarga doméstica, el coste en AC (corriente alterna) y baja potencia (menos de 22 kW) puede oscilar desde la gratuidad que tiende a desaparecer hasta unos 0,25€/kWh. Ello equivale, en el peor de los casos, a unos 4€ para recorrer 100 kilómetros. En las recargas en itinerancia, en viaje, el coste puede elevarse significativamente por ser en potencia alta y en DC (corriente continua). Pero, siguiendo el segundo consejo, con una buena elección de marca el coste máximo queda en 0,36€/kWh. Ello equivale a 5,4 € a los 100 km, algo similar a 3 litros de gasolina o gasoil.
Conclusión: Si el coste de operación total de cualquier vehículo es la suma de la inversión en adquisición, coste de mantenimiento a lo largo de los años y gasto en energía, la opción de vehículos eléctricos puros es obvia. Eso sin contar el valor remanente de reventa,...