Entrevista al Presidente de AUVE en ElDiario.es
BMW i3: Un coche eléctrico Premium
Aún siendo una contradicción (un coche aligerado, que se carga con un motor térmico y depósito -120 Kg. adicionales-, y que es muy eficiente y silencioso en modo eléctrico pero que no puede presumir de nada de ello si activa el RX), sería interesante probar un BMW i3 con REX para averiguar si se pierde la angustia de la batería cero, y cuántas veces se llegaría a utilizarlo. En definitiva, saber si es recomendable esta opción o no, con un coste de 4.500 euros, que imposibilita la apreciable opción de bomba de calor porque ocupa ese espacio, y una reducción de unos 20 Km de autonomía teórica en modo eléctrico, desde los 190 Km del BMW i3 a los 170 si carga con la opción REX. A falta de un ensayo, anticiparíamos nuestra opinión de NO recomendarlo, aun siendo una opción que BMW ofrece -creemos que sin gran entusiasmo- para esa clientela temerosa de la transición al eléctrico con esa leyenda de quedarse tirado en la carretera sin batería.
El BMW i3 es, y se nota en todo, un coche eléctrico Premium al nivel más avanzado de desarrollo de esta industria en 2015: Calidad máxima, detalles exclusivos (salpicadero ecológico hecho de cáñamo), ligereza extrema (con su chasis de aluminio y carrocería de fibra de carbono), potencia inigualable (¡170 CV!), diseño desde cero (que, aún siendo subjetivo, nos entusiasma con esa línea quebrada de ventanas para la apertura cruzada de puertas contrabatientes -como las FlexDoors del Opel Meriva), propulsión trasera (es un BMW)... y un precio desde 35.500 (también supremo, si bien con baterías en propiedad).
Con un peso, sin REX, de 1.239 Kg (frente a los 1.465 del Renault Zoe o los 1.507 del Nissan Leaf) y una batería de 22 Kwh (la potencia útil es el 85% de la nominal), similar a las del Zoe con 22 Kwh o 24 Kwh del Leaf) la autonomía real del BMW i3 puede oscilar entre los 100 y los 180 Km reales, muy dependiente del estilo de conducción, sin abusar de su aceleración, así como de la climatología (hay que mantener la temperatura del habitáculo,... y de las baterías), del tráfico,...
Frente a sus rivales más vendidos, aparte de contar con sólo cuatro plazas, llama la atención sus llantas-base de apenas 5x19", frente a los 6,5x16 de la competencia (Zoe, Leaf,...), equipados con tan estrechos neumáticos Bridgestone. Los precios comparados son difíciles de establecer, por subvenciones y formas de comercialización (baterías en alquiler o propiedad), pero los 35.000 euros iniciales del BMW i3 (que con el cúmulo de opciones puede llegar o superar los 50.000€) son superiores a los que 32.000 de un Leaf o los 27.000 de un Zoe -con baterías-.
Las diferencias de precio se justifican por la originalidad y calidad del diseño,... y por la notable diferencia de potencia en estos tres VE (Vehículos Eléctricos): 170 CV para BMW i3, 80 CV para el Nissan Leaf y 65 CV del Renault Zoe. Obviamente, ello se manifiesta en aceleraciones de 0 a 130 Km/h que se alcanzan, respectivamente, en 12.5, 20.5 y 25 segundos. BMW marca la distinción con prestaciones acordes a la marca e, incluso, con esa originalidad hiperbólica de diseño llamativo más 170 CV, o ineditas soluciones como REX (un motorcito bicilíndrico compacto de gasolina de 95 octanos de 650cc procedente de la división de motos BMW).
Muy fácil de conducir, y de adaptarse, aunque no se haya conducido previamente un coche con cambio automático (¿todavía debe de haber gente así?), lo único a reseñar es el sistema "One pedal feeling". Básicamente consiste en la -comparativamente- fuerte deceleración -y consiguiente regeneración eléctrica- que se produce al levantar el pie del acelerador, reteniendo más que cualquier otro coche, eléctrico (EV) o convencional. Es casi inmediato acostumbrarse a ello, aunque habrá a quien no le agrade (a nosotros nos pareció muy cómodo y efectivo).
Peugeot VLV (Voiture Légère de Ville), un coche eléctrico de 1941
Los automóviles civiles pasaron a un segundo plano y sufrían fuertes limitaciones de materias primas imprescindibles como combustible y metal, que se destinaban prioritariamente a vehículos militares de la logística de guerra. Los ingenieros de La Garenne, el centro de desarrollo de Peugeot en el noroeste de París, tenían ante sí el desafío de superar todas las restricciones provocadas por el conflicto para lanzar un nuevo modelo al mercado. Se pusieron manos a la obra en 1940, en los primeros compases de la administración militar alemana en el territorio francés.
El primer obstáculo que parecía insalvable fue el combustible. La gasolina se destinaba al uso militar y era racionada siendo extremadamente difícil de conseguir para alimentar vehículos civiles. Algunas alternativas de la época fueron el empleo de metano y de gasógeno. Peugeot, sin embargo, se decantó por la energía eléctrica.
El hierro también era muy complicado de obtener puesto que se destinaba a la producción de máquinas de guerra. Se recurrió al aluminio para la carrocería y se dibujó un automóvil de pequeñas dimensiones para no necesitar demasiado metal y, de paso, mantener un peso liviano. En su afán por el ahorro en este metal se diseñó como un descapotable con el techo de tela.
El 28 de marzo de 1941 se dio por concluido el proyecto, cuyo desarrollo había durado menos de un año. El coche se presentó el 1 de mayo causando una gran sensación porque se trataba de la primera aventura eléctrica de una gran marca francesa. Algunos medios señalaron que era “una manera conveniente de viajar por la ciudad y en los suburbios” y otros hacían hincapié en las prestaciones, consiguiéndose una velocidad “similar a la de un ciclista de buen nivel pero sin el menor esfuerzo”.
El modelo, pequeño pero encantador, se puso a la venta en junio. La parte delantera era ancha y contaba con un único faro para iluminar las carretas y su línea se iba estrechando hacia la trasera. Sólo 33 centímetros separaban las ruedas traseras del Peugeot VLV, lo que lo convertía en casi un triciclo. Sólo tenía 2,67 m de longitud, 1,21 m de anchura y 1,27 m de altura, dejando el espacio justo para dos ocupantes. El techo se plegaba manualmente sobre la parte posterior o podía desmontarse.
El motor eléctrico Safi animaba al eje posterior mientras que las baterías estaban colocadas bajo el capó de la parte delantera. Las dos ruedas traseras estaban muy próximas entre sí -la vía trasera era de sólo 33 cm- eliminando la necesidad de un diferencial y dando la impresión de ser un triciclo. Sólo contaban con un único freno de tambor con un circuito independiente de los frenos delanteros.
Las cuatro baterías de ácido-plomo de 12 voltios conectadas en serie sumaban 160 kg en la báscula, lo que llevaba al Peugeot VLV hasta un peso total de 348 kg. Contaba con una autonomía de entre 70 y 80 kilómetros, un dato que no está nada mal para el ancestro de la tecnología que actualmente ofrecen los modernos coches eléctricos. La recarga completa llevaba unas 10 horas y se podía hacer en cualquier enchufe doméstico.
Este Peugeot desarrollaba una potencia de 1 kW (1,3 CV), suficiente para alcanzar los 30 km/h de velocidad punta, un dato discreto pero tampoco hacía falta mucho más para moverse en el tráfico urbano. Una ingeniosa función boost elevaba la potencia hasta 3,5 CV de forma puntual y permitía que en llano se alcanzase una velocidad máxima de 36 km/h. Este aumento de prestaciones se lograba pisando un interruptor con el pie izquierdo a la vez que se aceleraba a fondo con el derecho.
El manual de uso hacía muchas recomendaciones a la hora de circular por pendientes. Se recomendaba buscar rutas con desniveles inferiores al 4% aunque eso significase hacer un recorrido más largo. El fabricante desaconsejaba tratar de subir cuestas de más del 11% de desnivel porque, además de descargarse la batería con más rapidez, el motor podía recalentarse. Evidentemente, circulando cuesta abajo con un fuerte desnivel podía sobrepasar la velocidad máxima teórica pero Peugeot aconsejaba no superar los 50 km/h porque podría dañar el sistema eléctrico -además de ser una temeridad-.
Las puertas se cerraban con un pasador como la puerta de una casa y las ventanillas se podían subir y bajar manualmente, siendo éste el único lujo del pequeño automóvil galo. El interior del utilitario eléctrico era muy austero y todo estaba realizado en metal, incluyendo el salpicadero e incluso el volante -aunque podía estar forrado de cuero sintético-. Una pequeña palanca permitía invertir el movimiento del motor si se quería ir hacia delante o marcha atrás.
El proceso de fabricación fue casi artesanal y muy lento, especialmente porque la producción era interrumpida constantemente por las dificultades en el suministro de materias primas. Finalmente el régimen imperante en Francia prohibió a Peugeot realizar actividades diferentes a la producción de guerra y supuso el final del utilitario eléctrico. Se produjeron 377 unidades hasta febrero de 1945.
Hoy en día quedan pocos Peugeot VLV porque era muy costoso y resultaba tremendamente difícil conseguir un permiso de conducir en aquella época. Así, no es de extrañar que la mayoría de las unidades acabaron siendo usadas por médicos, abogados y el servicio postal. Fue el primer y único automóvil eléctrico de Peugeot en el mercado durante 50 años, hasta la aparición del Peugeot 106 Électrique en 1995.
Fotos iniciales recogidas por María López-Tapia.
EV1 de General Motors, primer VE moderno fabricado en serie
Si bien hubo prototipos de otras marcas, como el Nissan FEV presentado en1991, el GM EV1 fue el primer EV producido en serie a finales del siglo XX. La producción de este sedán biplaza se interrumpió en 1999, y todos los vehículos en uso fueron retirados del mercado entre 2003 y 2004 por la compañía estadounidense.
La mayoría de los 1.117 vehículos fabricados fueron destruidos por la propia General Motors, excepto algunos donados a museos. Estas restricciones obedecieron a que el General Motors EV1 y el arrendatario eran parte de una evaluación de ingeniería en condiciones de uso real, creada por el Grupo de Vehículos de Tecnología Avanzada de la GM, así como parte de un análisis de mercado y estudio de la factibilidad de producción y mercadeo de un vehículo eléctrico de pasajeros para ciertos mercados estadounidenses seleccionados.
Inicialmente el EV1 se fabricaba con baterías de plomo y ácido que luego fueron sustituidas por baterías de Ni-Mh. Su autonomía iba desde 70 millas (113 km) en la primera versión hasta 160 millas (257 km) en la última versión producida. Fue la respuesta de General Motors a la ley California Clean Air Act, que establecía que el 10% de todos los coches nuevos vendidos en ese Estado, deberían tener cero emisiones en 2003.
El General Motors EV1 fue un coche eléctrico inspirado en el concepto cero emisiones GM Impact de 1990 y nutrido de tecnologías bastante actuales, amén de ofrecer unas prestaciones nada desdeñables: pasaba de 0 a 100 kilómetros/hora en 9", tenía un coeficiente aerodinámico de 0,19 Cx, dependía enérgicamente de sus 26 baterías de plomo y ácido de 500 kilogramos, o bien de níquel metal hidruro (NiMH) como iba de serie en la segunda generación.
Si bien, fue un modelo que no se comercializaba a través de venta directa, sino únicamente en leasing por un precio de entre entre 399 y 459 $.
Finalmente, en 2003, fruto de la escasa rentabilidad revertida en GM por este modelo y los cambios en la normativa de emisiones ZEV Mandatory, el centenario fabricante ejecutó un programa de retiro y destrucción de todas las unidades... excepto algunas que se preservaron para fines educativos y que aún nos sorprenden a día de hoy con sus apariciones repentinas.
En 2006, el expresidente de General Motors Rick Wagoner declaró que su peor decisión fue eliminar el programa EV1, algo que afectó a la imagen de la compañía GM, la cual no volvió a lanzar un modelo 100% eléctrico hasta 2013, año en el que se presentó el Chevrolet Spark EV. Como nota destacada, habría que añadir que en 2017 Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, afirmó que la compañía Tesla se creó en 2003 como respuesta a la cancelación del programa EV1 por parte de General Motors.
Polémica sobre los e-fuels: Los fuels sintéticos son un engañabobos para no acudir a coches eléctricos puros
Mercedes SABE que no hay camino con los combustibles sintéticos. Mercedes Entiende que los coches eléctricos son superiores ya a día de hoy y no va a meter un duro en fantasías, toda inversión va a ir al eléctrico. Se como Mercedes. https://t.co/liECv88Ikn
— Str600 (@Strowkyt600) April 27, 2023
La frase más significativa, en medio de las típicas loas tecnooptimistas: "Eso es una completa tontería. Mire la física de hacer e-fuels. No tenemos suficiente energía para todos, entonces ¿por qué desperdiciarla en combustibles sintéticos?” https://t.co/ZfnFgK3TXa
— Antonio Turiel (@amturiel) April 18, 2023
Opel Ampera: Coche Eléctrico de Autonomía Extendida
Conviene precisar, según la clasificación de coches híbridos, la diferencia entre un Opel Ampera de motorización en serie, frente al Honda Insight (ver en esta entrada) que es en paralelo, y los híbridos de Toyota (Prius, por ejemplo, que se puede ver en esta prueba) y Lexus (a probar pronto) que son de configuración combinada. En un híbrido en serie el vehículo se impulsa sólo con el motor eléctrico, que obtiene la energía de de la red eléctrica si es enchufable (como el Opel Ampera) y de un generador alimentado por el motor térmico (un económico Ecotec ).
El Opel Ampera cuenta con cinco puertas (contando el portón del maletero), pero sólo dispone de cuatro confortables plazas, debido a la disposición y forma del paquete de baterías, el túnel central es muy alto, lo que anula la plaza central trasera. También debido a las baterías, a su sistema de climatización, y al depósito de gasolina de 35 litros, el maletero es pequeño, con únicamente 310 litros de volumen. Multifuncional en su moderno diseño, específico para su innovadora motorización, los respaldos de los asientos posteriores son abatibles. Su arquitectura técnica moderna avala un alto nivel de seguridad, que se ha confirmado con la máxima calificación 5 estrellas en los tests de ensayo de Euro NCAP.
Las baterías de iones de litio y manganeso en forma de T acumulan de 16 kWh , pesan 198 kg y lleva 288 celdas y están climatizadas por líquido para mantenerlas a una temperatura idónea tanto en verano como en invierno. Opel ofrece una garantía de 8 años ó 160.000 km. Se recarga en unas 6 horas con su conector (imagen) en cualquier enchufe normal de 220V. a través de su boca de carga eléctrica en el panel izquierdo (foto), adicional al de combustible en el derecho. Contando con la opcional Estación de Carga puede cargarse en sólo 4 horas .
El llamativo salpicadero cuenta con dos pantallas LCD a color de siete pulgadas, una en el cuadro digital de instrumentación y otra pantalla táctil capacitiva en la consola central, accesible por piloto y copiloto. Además del navegador, dispone de numerosas visualizaciones de cómo se transfiere la energía eléctrica, en consumo, carga o regeneración.
La "palanca de cambios" ofrece cinco posiciones, P-R-N-D-L. Las habituales de un coche automático, y una posición L que incrementa la retención del motor en las deceleraciones (hasta -0,2 g), para regenerar un poco más las baterías, por ejemplo bajando las pendientes de un puerto de montaña. Además cuenta con cuatro modos de funcionamiento: Normal, el habitual de máxima eficiencia y autonomía; Sport, modificando parámetros para una respuesta más rápida en conducción deportiva; Montaña, para acumular la mayor cantidad de energía eléctrica en las baterías de modo anticipado a zonas con fuertes desniveles; y Mantenimiento de carga, forzando la activación del motor de gasolina (aunque la batería esté cargada), para incrementar la autonomía eléctrica posteriormente (por ejemplo, para acceder a zonas de uso eléctrico con cero emisiones).
Conclusión: El Opel Ampera es un prodigio de la tecnología actual en vehículos híbridos, sólo penalizado por su altísimo coste (en torno a 50.000 euros, aunque luego la subvención puede reducir este coste en unos 5.000 € menos). Es un perfecto híbrido en serie (no híbrido en paralelo como el Toyota Prius), que nos libera de la angustia de la escasa autonomía de los eléctricos puros como el Nissan LEAF, sin el aún mayor coste de un Audi A6 hybrid (57.900 euros y escasamente eléctrico). Es más sofisticado que un Toyota Prius, pero también más caro y con sólo cuatro plazas. En definitiva, habrá que esperar a que la investigación en baterías y la popularización de los híbridos abaraten sus precios, reduzcan el peso adicional y ocupen menos volumen (que resta espacio tanto en habitabilidad como en maletero).
Más entradas sobre MOTOR y algunas específicas sobre coches eléctricos o híbridos.
Vuelta al mundo en 80 días y coche eléctrico 80eDays
Ha sido una prometedora convocatoria preliminar, con el objetivo de buscar apoyo institucional y patrocinios para que en la tercera edición 2020 Bilbao sea no solamente una etapa del viaje planetario, sino el punto de salida y llegada.
Nissan Leaf: El primer coche eléctrico operativo
Nissan, presidida desde el año 2000 por Carlos Ghosn y con una historia pasada y reciente apasionante, incluida su alianza con Renault. En la conversación sobre Nissan también hablamos de su prestigiosa filial Infiniti. Esta marca japonesa ha apostado por saltarse el eslabón del coche híbrido, e ir posicionándose en vanguardia con vehículos plena y exclusivamente eléctricos. Con ello, difieren ventas coyunturales a corto plazo, pero ganan un desafío seguro que se presentará antes de lo que muchos usuarios piensan.
Quienes estén pensando en la adquisición de un automóvil han de valorar la vida útil que prevén, a fin de considerar la inexorable alza de los combustibles fósiles (gasoil, gasolina,...). Hay negros nubarrones que auguran, por causas no sólo coyunturales, una imparable subida del repostaje de los motores térmicos por cambio euro/dólar, tensión con países productores (Irán,...), aumentos impositivos,... Por todo ello, y a menos que se amortice el vehículo en 2-3 años, quienes estimen una vida más dilatada (más de 5 años,...) habrán de valorar la opción del coche híbrido o, mejor aún, del coche eléctrico.
Esa es la gran baza del Nissan Leaf: Recorrer 100 Km a un coste entre 1 y 2 euros en energía eléctrica, frente a los 8-15 euros de un vehículo con motor térmico. La instalación de una acometida eléctrica en cualquier plaza de garaje, individual o colectiva, está facilitada y, según nuestro delegado de ventas, supone una inversión inicial de 350€ y un coste mensual de 35€ por la línea y otros 35€ por el suministro (siempre que no se abuse). En definitiva, por el coste de un depósito de combustible al mes tenemos un coche todo el mes, siempre con una autonomía de 175 Km (100 millas) teóricos. Algo que cubre el 95% de los desplazamientos diarios de los norteamericanos (o más de los europeos, que suelen circular diariamente algo menos).
El equipamiento incluye los sistemas ESP/VDC, ABS y EBD con asistencia a la frenada, sistema AVSP (alerta sonora de proximidad del vehículo para peatones), 6 airbags, fijaciones ISOFIX, cable de recarga de 6 metros, navegación GPS con pantalla táctil de LCD 7¨ a color, con control de servicios telemáticos y navegación, indicando puntos de recarga más cercanos y actualización automática. Y un exclusivo sistema telemático CarWings que permite la conexión remota con el vehículo a través del teléfono móvil o PC: Control de temperatura interior, Arranque y monitorización de recarga, Programación del sistema de navegación (rutas), cámara de visión trasera, Radio CD, Mp3, con conexión USB, Ipod y conexión auxiliar, 6 altavoces, Sistema de manos libres por Bluetooth con activación por voz, Ordenador de abordo con información sobre consumo de energía (actual y medio), Climatizador automático con filtro anti-polen, Faros de activación automática con sistema de luz de acompañamiento, Limpiaparabrisas de activación automática, Control de crucero con limitador de velocidad, Volante multifuncional (control de crucero, control de audio, bluetooth y ordenador de abordo), Llave inteligente, Freno de mano eléctrico, Botón start/stop, Cambio de marchas por control electrónico, 4 elevalunas eléctricos, Asientos traseros abatibles ( 60/40 ), Faros de Led delanteros con auto-nivelador, Faros de Led traseros, Faros antiniebla, Cristales traseros oscurecidos, Retrovisores plegables eléctricamente, Llantas de aleación de 16¨, Toma de carga lenta y rápida (ver foto), Spoiler con células fotovoltaicas para recarga de batería de 12V auxiliar,...
Existen subvenciones, tanto para la adquisición como para el mantenimiento de estos coches eléctricos, pero falta notablemente la ejemplaridad. Todas las instituciones públicas, desde la escala de administraciones locales hasta los gobiernos, debieran ser los primeros usuarios de esta tecnología que ya está madurando y que ofrece productos competitivos bajo cualquier prisma. Nos gustaría ver cómo las Diputaciones Forales, por ejemplo, que se mueven dentro de un Territorio Histórico optan decididamente por vehículos como el Nissan Leaf.
Un vídeo y el álbum de fotos.
Más entradas sobre MOTOR y algunas específicas sobre otros coches eléctricos.