Cumplir 66 años obliga a una nueva reformulación: Ya no se trata de demostrar que se mantienen capacidades propias de la juventud o la madurez, sino de legítimamente reivindicar la vejez. Tenía 56 cuando me convertí en abuelo, y mis nietos y nieta de ahora quieren saber qué ha pasado durante todos estos años de vida de su aitxitxe (abuelo). Más aún, necesitan conocer cómo veo el futuro tras todo este recorrido. Así que, acertado o no, les cuento con qué mundo sueño ahora,... pero comenzando desde el principio, para que aprecien la aceleración de la historia y la inminencia del futuro que ya está visible en el presente.
El 8 de marzo de 1953, 26 días antes de mi venida al mundo, se había publicado en The New York Times un artículo "Looking Back Two Billion Years" sobre "la chispa que prendió la vida en el universo", previo al que en mayo aparecería con el "Experimento de Stanley Miller - Harold Clayton Urey". Fue la primera comprobación de que se pueden formar espontáneamente moléculas orgánicas a partir de sustancias inorgánicas en simples condiciones ambientales adecuadas. Este descubrimiento en la Universidad de Chicago fue clave para apoyar a la teoría de la sopa primordial en el origen de la vida. Desde entonces, los nuevos conocimientos sobre el ADN y el ARN, condiciones prebióticas en otros planetas y el anuncio de posibles fósiles bacterianos encontrados en meteoritos provenientes de Marte (como el ALH 84001), han renovado la cuestión del origen de la vida.
Queridos nietos: Cuando yo nací, el 3 de abril de 1953, el viernes santo de aquel año, aún no había llegado la humanidad al Monte Everest. Tuvieron que pasar exactamente ocho semanas, 56 días, para que el 29 de mayo de aquel 1953 lograron el primer ascenso oficial del sherpa Tenzing Norgay y del neozelandés Edmund Hillary, pudiendo regresar con vida.
Transcurrieron 387 días, hasta que la primera Célula Fotovoltaica práctica se mostró públicamente el 25 de abril de 1954, en los Laboratorios Bell. Los inventores fueron Daryl Chapin, Calvin Souther Fuller y Gerald Pearson. Por primera vez, la energía solar se convertía directamente en electricidad.
Nací 449 días antes de la primera Central nuclear civil, de fisión, porque la eterna promesa de los de reactores de fusión nuclear aún se sigue esperando, entrase en funcionamiento el 26 de junio de 1954 en Óbninsk (actual Rusia). Generaba 5 MW con solo un 17% de rendimiento térmico, con su reactor de uranio y grafito. Fue desactivada el 29 de abril de 2002 y convertida en un museo.
Cuando éramos pequeños, véase en la foto del tuit siguiente, aún quedaban cerca de Ubide carboneras donde personajes como Olentzero producían carbón vegetal, que se usaban en las cocinas. Con madera de haya y encina, aquel desaparecido oficio de carbonero de los bosques ya es sólo historia. Pronto, en poco más de una década, otros cambios se irán produciendo,... Y serán beneficiosos si los conducimos para el bien de la humanidad, mirando hacia el futuro, repartiendo justamente la energía y la riqueza, apartando a quienes las controlan en la actualidad.
Hoy día las centrales nucleares, y otras muchas fuentes de energía como carbón, petróleo, gas natural o biomasa, han de ceder ante la ecología y economía de la EnergíaSolar, sólo complementada por energía eólica en latitudes extremas, así como por precedentes fuentes renovables como la hidraúlica o la geotérmica. Y esta es una lección que nos ofrece la historia, para profesionales y para quienes aún están en etapas formativas iniciales. Como abuelos SolarAitxitxe apostamos por la EnergíaSolar, por razones éticas, solidarias, científicas, tecnológicas e, incluso, económicas.
#SolarAitxitxe Celebrando el 66º #cumpleaños con un renovado objetivo, @Genr8io https://t.co/RwSlcdq6AH … De aquellas carboneras a #GreenEnergy pic.twitter.com/ISc7AGeOqx— ⚡Mikel Agirregabiria💡 (@agirregabiria) 5 de abril de 2019