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William James Sidis según James Thurber en The New Yorker

¿Dónde están ahora? ¡Día de los inocentes! por James Thurber. The New Yorker, sábado 14 de agosto de 1937, 22-26.

Una tarde nevada de enero de 1910, alrededor de cien profesores y estudiantes avanzados de matemáticas de la Universidad de Harvard se reunieron en una sala de conferencias en Cambridge, Massachusetts, para escuchar a un orador llamado William James Sidis. Nunca antes se había dirigido a una audiencia y al principio se sintió avergonzado y un poco incómodo. Sus oyentes tenían que prestarle mucha atención, porque hablaba con una vocecita que no se escuchaba bien y puntuaba su charla con risas nerviosas y estridentes. Un mechón de cabello rubio le caía sobre la frente y unos penetrantes ojos azules se asomaban desde lo que uno de los presentes describió más tarde como un rostro "parecido a un duendecillo". El orador vestía medias de terciopelo negro. Tenía once años.

A medida que el niño se familiarizó con el tema, su timidez se derritió y llegaron a los oídos de sus oyentes las palabras más notables que jamás habían escuchado de labios de un niño. William James Sidis había elegido como tema de su conferencia "Cuerpos de cuatro dimensiones". Incluso en este selecto grupo de caballeros eruditos, hubo quienes fueron incapaces de seguir todos los procesos del pensamiento del niño. Para los legos que estaban presentes, la cuarta dimensión, como se demostró esa noche, debía de haber encajado perfectamente en su definición coloquial: "un reino especulativo de relaciones incomprensiblemente involucradas". Cuando todo terminó, el distinguido profesor Daniel F. Comstock del Instituto Tecnológico de Massachusetts se sintió impulsado a predecir a los periodistas, que habían escuchado con profundo desconcierto, que el joven Sidis crecería hasta convertirse en un gran matemático, un líder famoso en el mundo. de Ciencia.

William James Sidis, que a la edad de once años apareció en las portadas de los periódicos de todo el país, era un estudiante de Harvard en ese momento. Para explicar cómo llegó allí, debemos mirar a su padre, el fallecido Boris Sidis. Nacido en Kiev en 1868, el padre Sidis llegó a este país, aprendió inglés y fue a Harvard, donde se graduó en 1894. Su especialidad era la rama de la psicoterapia que se ocupa de aliviar las enfermedades nerviosas y los desajustes mediante sugestión mental. Escribió un libro titulado "La psicología de la sugestión" y estaba muy interesado en los experimentos para transmitir la sugestión mediante el estado hipnótico. Creía que en los primeros años el cerebro es mucho más susceptible a las impresiones que en la vejez. Cuando nació su hijo en 1898, nació, por así decirlo, en un laboratorio. Boris Sidis dirigía entonces un instituto psicoterapéutico en Brookline, Massachusetts. Era un admirador y amigo del fallecido William James, y le puso a su hijo el nombre de ese gran psicólogo.

Boris Sidis comenzó sus experimentos con su hijo cuando el pequeño William tenía dos años. Parece que indujo una especie de estado hipnoidal mediante el uso de bloques alfabéticos. Los rápidos resultados que obtuvo deleitaron su mente científica. El niño aprendió a deletrear y leer en unos meses. Al cabo de un año podía escribir tanto en inglés como en francés en la máquina de escribir. A los cinco años había compuesto un tratado de anatomía y había ideado un método para calcular la fecha en que había caído cualquier día de la semana durante los últimos diez mil años. Boris Sidis publicó varios artículos en revistas científicas describiendo los logros de su bebé. A los seis años, el niño fue enviado a una escuela pública de Brookline, donde sorprendió a sus maestros y alarmó a los demás niños al superar siete años de escolarización en seis meses. Cuando tenía ocho años, William propuso una nueva tabla de logaritmos, empleando 12 en lugar del habitual 10 como base. Boris Sidis publicó un libro sobre su increíble hijo, llamado "Filisteo y genio", y entró en Quién es quién en Estados Unidos .

El niño maravilloso tenía nueve años cuando su padre intentó matricularlo en Harvard. Podría haber aprobado los exámenes de ingreso con facilidad, pero las autoridades universitarias, sorprendidas y avergonzadas, no le permitieron realizarlos. Continuó realizando sus maravillas en casa y comenzó a estudiar latín y griego. No le interesaban los juguetes ni ninguno de los placeres normales de los niños pequeños. Los perros le aterrorizaban. "Si veo un perro", le dijo William a alguien en ese momento, "debo huir. Debo esconderme. Me gusta el gato. No puedo jugar, porque mi madre tendría que estar allí todo el tiempo, porque de la posibilidad de que pueda ver un perro." Su principal recreación parece haber sido viajar en tranvía con sus padres. El mayor Sidis le explicó los traslados y le interesó por los nombres de calles y lugares. Incluso antes de cumplir cinco años, William había aprendido a recitar todas las horas y estaciones de un complejo horario ferroviario. De vez en cuando recitaba horarios para los invitados mientras otros niños recitaban rimas de Mamá Ganso o cantaban pequeñas canciones. Quienes lo recuerdan en aquellos años dicen que tenía algo de la intensidad de un adulto neurótico.

En 1908, a la edad de diez años, a William James Sidis se le permitió matricularse en Tufts College, en Medford. Viajaba diariamente desde Brookline con su madre, quien estaba tan interesada en su fenomenal desarrollo mental como su padre. Siempre iban y venían de la universidad en tranvía. El joven asistió a Tufts durante un año y finalmente, en 1909, cuando tenía once años, Harvard le permitió matricularse allí como estudiante especial. Se matriculó como estudiante de primer año al año siguiente, y así se convirtió en miembro de la promoción de 1914. Cotton Mather, en 1674, se había convertido en estudiante de primer año de Harvard a la edad de doce años, y probablemente debido a este distinguido precedente, William Sidis se le permitió matricularse a esa misma edad. Era una fuente de asombro para sus compañeros de estudios y para el profesorado; algunos de los periódicos asignaron periodistas para cubrir "el caso Sidis".

Se pierde en el registro cómo se convenció a William para hablar ante los eruditos eruditos en enero de su primer año en Harvard, pero se sabe que mostró un gran interés en escuchar las conferencias de otros y se unió fácilmente a las discusiones grupales sobre metafísica. En su tiempo libre empezó a componer dos gramáticas, una latina y otra griega. Sin embargo, la presión de sus estudios y su repentina fama comenzaron a hacerle efecto, y no pasó mucho tiempo después de su notable discurso cuando sufrió un colapso general. 

Su padre dirigía un sanatorio en Portsmouth, New Hampshire, en ese momento, y William fue trasladado allí de urgencia. Cuando finalmente regresó a Harvard, estaba retraído y tímido; no se le pudo persuadir para que volviera a dar una conferencia; Comenzó a mostrar una marcada desconfianza hacia la gente, miedo a la responsabilidad y una inadaptación general a su vida anormal. No se relacionaba mucho con los estudiantes y huía de los periodistas, pero estos lo arrinconaron, por supuesto, el día de su graduación como Licenciado en Artes en 1914. Tenía dieciséis años. Entonces vestía pantalones largos y se enfrentaba a los periodistas que bajaban al Yard con menos sensación de vergüenza que cuando era un niño con bragas. Pero en él se habían desarrollado claras fobias. "Quiero vivir la vida perfecta", dijo William a los periodistas. "La única manera de vivir la vida perfecta es vivirla en reclusión. Siempre he odiado las multitudes". Por "multitudes" no fue difícil leer "gente". Entre los que se graduaron con William James Sidis ese día se encontraban Julius Spencer Morgan; Gilbert Seldes; y Vinton Freedley y Laurence Schwab, los productores de la comedia musical. Los periodistas no les prestaron atención.

A los dieciséis años, William James Sidis era un chico grande y, cuando ingresó en la Facultad de Derecho de Harvard, ya no era la figura incongruente que había sido. Los periódicos tenían poco interés en sus idas y venidas. Asistió discretamente a la facultad de derecho durante tres años y aparentemente fue un estudiante brillante, pero su principal interés eran las matemáticas, y en 1918 aceptó un puesto de profesor en una universidad de Texas. Su fama le precedió, pero incluso si no lo hubiera sido, la extrema juventud de este profesor de matemáticas habría sido suficiente para convertirlo en una curiosidad. Se encontró en el centro de un interés que le molestaba y le consternaba. De repente renunció a su puesto y regresó amarga y silenciosamente a Boston, donde vivió en la oscuridad durante algunos meses.

Fue el 1 de mayo de 1919 cuando el nombre del joven Sidis volvió a ocupar las primeras planas de los periódicos. Con una veintena de jóvenes más, participó en una manifestación comunista en Roxbury y fue llevado ante el tribunal municipal como uno de los cabecillas del grupo y, de hecho, el mismo individuo que había portado la horrible bandera roja en su desfile. En el estrado de los testigos, Sidis demostró ser más franco y sincero que discreto. Anunció ante un tribunal estupefacto que para él no había más dios que la evolución; Cuando se le preguntó si creía en lo que representa la bandera estadounidense, dijo que sólo hasta cierto punto. En un momento dado, para instrucciones del magistrado, se lanzó a explicar la forma de gobierno soviética. Su inclinación marxista se había desarrollado durante un período de varios años. Cuando los Estados Unidos entraron en la guerra, se declaró objetor de conciencia y en varias ocasiones expresó la opinión de que los problemas del mundo eran causados ​​por el capitalismo. Un policía que había ayudado a disolver el desfile de los radicales identificó a Sidis como el hombre que llevaba la bandera roja. El oficial dijo que le había preguntado a Sidis por qué no llevaba la bandera estadounidense, y que Sidis respondió: "¡Al diablo con la bandera estadounidense!". Al regresar al estrado, el famoso prodigio negó vehementemente haber hablado alguna vez con el testigo y haber dicho alguna vez a nadie: "¡Al diablo con la bandera estadounidense!" Repitió que se oponía a la guerra y que creía en una forma de gobierno socializada. Después de una pausa, anunció que, en realidad, había llevado una bandera estadounidense, tras lo cual, ante el asombro de la sala del tribunal, sacó una bandera estadounidense en miniatura de su bolsillo. Fue condenado a dieciocho meses de cárcel por incitación a disturbios y agresión. Apeló y, mientras estaba en libertad bajo fianza de 5.000 dólares, desapareció del estado en el que había sorprendido a profesores eruditos y a policías patrióticos. Marcó el comienzo de un nuevo y curioso modo de vida para el joven.

Durante los cinco años siguientes, William James Sidis parece haber logrado la "vida perfecta" de la que había hablado el día de su graduación: la vida de reclusión. Aparentemente vagaba de ciudad en ciudad, trabajando como empleado, o en alguna otra función menor, por un salario que sólo le permitía subsistir. En 1924 volvió a aparecer en las noticias cuando un periodista lo encontró trabajando en una oficina en Wall Street, por veintitrés dólares a la semana. Estaba consternado al ser descubierto. Dijo que todo lo que quería era ganar lo suficiente para vivir y trabajar en algo que requiriera un mínimo de esfuerzo mental. Los últimos periodistas que bajaron a su oficina para entrevistarlo no lograron verlo. Había dejado su trabajo y había vuelto a desaparecer.

Dos años más tarde, en 1926, Dorrance & Company, una editorial de Filadelfia que imprime libros "vanidosos", es decir, libros publicados a expensas de los autores, publicó un volumen llamado " Notas sobre la colección de transferencias". Fue escrito por un tal Frank Folupa. Frank Folupa, según descubrió un periodista despiadadamente ingenioso, no era otro que William James Sidis. Nuevamente lo atropellaron y lo entrevistaron. Anunció que durante mucho tiempo había sido un "peridromófilo", es decir, un coleccionista de transferencias de tranvía. Él mismo había acuñado la palabra. Su libro (ahora agotado) tenía trescientas páginas y era un tratado erudito y laborioso sobre el origen, la naturaleza y la clasificación de nada más y nada menos que los trozos de papel que los conductores de tranvía entregan a los pasajeros cuando solicitan transbordos. Muchos psicólogos y analistas deben haber estado interesados ​​al leer en los artículos que el genio del niño precoz que había asombrado al mundo académico dieciséis años antes había florecido de esta manera extraña. El libro es digno de examen. Sidis escribió un prefacio al volumen, que comenzaba así: "Este libro es una descripción de lo que es, hasta donde sabe el autor, un nuevo tipo de pasatiempo, pero que a primera vista parece tan razonable como , tan interesante y tan instructivo como cualquier otro tipo de colección de moda. Esta es la colección de transferencias de tranvías y formas afines. El propio autor ya ha recopilado más de 1600 formas de este tipo." El prefacio revela, en otro lugar, que el autor no carecía de cierto humor. "Podemos mencionar", decía, "el interés geográfico y topográfico, tanto en la exploración como en el análisis de las transferencias mismas. También están las interesantes luces que una colección de este tipo arroja sobre la política en la que necesariamente están involucradas las empresas de tránsito". ; aunque difícilmente recomendamos que este interés político se lleve lo suficientemente lejos como para inducir al coleccionista a tomar partido en tales disputas. Y nuevamente: "Uno puede encontrar mucha diversión con las transferencias: se dice que un estudiante de la Universidad de Harvard se encontró en una calle coche y, deseando un viaje extra, le pidió al revisor un transbordo. Cuando se le preguntó "¿A dónde?" "En cualquier lugar", dijo. El conductor le guiñó un ojo y dijo: "Está bien". Te transferiré a Waverly. Posteriormente se rieron del estudiante cuando contó la historia y se le informó que el asilo para débiles mentales estaba ubicado en Waverly ". Sidis también incluyó en su prefacio algunos versos que había escrito cuando tenía catorce años. Comienzan:

Desde los trenes subterráneos en Central, se toma un transbordo y se va a Allston o Brighton o a Somerville, ya sabes; En los automóviles desde Brighton, haga transbordo al metro de Cambridge este y tome un tren hasta Park Street o Kendall Square, al menos.

"Conocemos", concluye el autor, "a alguien a quien realmente le ayudó a tomar el camino correcto al recordar un fragmento de uno de estos versos". El libro analiza todo tipo de transferencias: tipos estándar, tipo Ham, tipo Pope, tipo Smith, tipo Moran, transferencias Franklin Rapid, transferencias Stedman. De este último (para darle una idea), el Sr. Sidis escribió: "Transferencias Stedman: esta clasificación se refiere a un tipo peculiar elaborado por cierta imprenta de transferencias en Rochester, Nueva York. Las peculiaridades de la transferencia Stedman típica son el límite de tiempo tabular. ocupando todo el extremo derecho de la transferencia (ver Diagrama en la Sección 47) y la combinación de fila y columna de ruta de recepción (u otras condiciones de recepción) con el medio día que ya hemos discutido en detalle".

Un año después de la publicación de su libro (al parecer sólo se vendió a unos pocos peridromófilos más), Sidis regresó a la ciudad de Nueva York y volvió a conseguir un trabajo como empleado en una empresa comercial. A su habilidad y experiencia en el trabajo de oficina en general, el genio matemático había añadido ahora, irónicamente, la capacidad de operar una máquina sumadora con gran velocidad y precisión, y le gustaba alardear de este logro. Vivía en 112 West 119th Street, donde se hizo amigo de Harry Freedman, el propietario, y su hermana, la señora Schlectien. Sidis ya no está con ellos y no te dirán adónde ha ido, pero te reenviarán cualquier correo que llegue por él. Aprecian al joven y aprecian su deseo de evitar la publicidad. "Tenía una especie de amargura crónica, como mucha gente que ves viviendo en habitaciones amuebladas", dijo recientemente Freedman a un investigador de la curiosa historia de William James Sidis. Sidis solía sentarse en un viejo sofá en la sala de estar de Freedman y hablar con él y su hermana. Sidis les dijo que odiaba Harvard y que cualquiera que enviara a su hijo a la universidad es un tonto: un niño puede aprender más en una biblioteca pública. Con frecuencia hablaba de su pasión por coleccionar transfers. "Él puede decirle cómo llegar a cualquier calle de cualquier ciudad de los Estados Unidos con un solo billete de tranvía", dijo el Sr. Freedman con asombro y admiración. Parece que Sidis mantiene correspondencia con peridromófilos en varias otras ciudades y de esta manera se mantiene al día con la situación del tranvía y los transbordos. Una vez, el joven bajó de su habitación un manuscrito en el que estaba trabajando y le pidió a la señora Schlectien si podía leerle "algunos capítulos". Dijo que resultó ser un libro del tipo "Buck Rogers", sobre aventuras en un mundo futuro de maravillosos inventos. Ella dijo que estaba genial.

William James Sidis vive hoy, a la edad de treinta y nueve años, en un dormitorio del destartalado extremo sur de Boston. Por una fotografía de él y de sus actividades, este disco está en deuda con una joven que recientemente logró entrevistarlo allí. Lo encontró en una pequeña habitación empapelada con el diseño de enormes flores rosadas, considerablemente descoloridas. Había una cama grande y desordenada y un enorme baúl medio abierto. En una pared colgaba un mapa de Estados Unidos. Sobre una mesa junto a la puerta había un paquete de transferencias de tranvía cuidadosamente unidas con un elástico. Sobre una cómoda había dos fotografías, una (sorprendentemente) de Sidis como el niño genio, la otra una chica de rostro dulce con gafas con montura de concha y un elaborado saludo de Marcel. También había un escritorio con una pequeña y antigua máquina de escribir, un Almanaque Mundial , un diccionario, algunos libros de referencia y un libro de la biblioteca que el visitante del joven recogió en un momento dado. "Oh, vaya", dijo Sidis, "esa es sólo una de esas historias de delincuentes". Dirigió su atención hacia la pequeña máquina de escribir. "Puedes cogerlo con un dedo", dijo, y así lo hizo.

William Sidis, de treinta y nueve años, es un hombre corpulento y corpulento, con una mandíbula prominente, un cuello grueso y un bigote rojizo. Su cabello claro cae sobre su frente como lo hizo la noche que dio una conferencia a los profesores en Cambridge. Sus ojos tienen una expresión que varía desde la ingeniosa hasta la cautelosa. Cuando es cauteloso, tiene una especie de dignidad incongruente que de repente se rompe en el alegre abandono de un niño de vacaciones. Parece tener dificultades para encontrar las palabras adecuadas para expresarse, pero cuando lo hace, habla rápidamente, asiente bruscamente con la cabeza para enfatizar sus puntos, hace gestos con la mano izquierda y, de vez en cuando, emite una risa curiosa y jadeante. Parece disfrutar mucho e irónicamente de llevar una vida de irresponsabilidad errante después de una infancia de escrupulosa reglamentación. Su visitante encontró en él cierto encanto infantil.

Sidis trabaja ahora, como de costumbre, como empleado en una casa comercial. Dijo que nunca permanece mucho tiempo en una oficina porque sus empleadores y compañeros de trabajo pronto descubren que él es el famoso niño prodigio y que no puede tolerar un puesto después de eso. "La sola visión de una fórmula matemática me enferma físicamente", dijo. "Todo lo que quiero hacer es ejecutar una máquina sumadora, pero no me dejan en paz". Resultó que una vez le ofrecieron un trabajo en la Eastern Massachusetts Street Railway Company. Parece que los funcionarios creían con cariño que el joven mago de alguna manera sería capaz de resolver todos sus problemas técnicos. Cuando se presentó a trabajar, le presentaron un montón de planos, gráficos y documentos llenos de estadísticas. Uno de los funcionarios lo encontró una hora después llorando en medio de todo. Sidis le dijo al hombre que no podía soportar responsabilidades, ni pensamientos complejos, ni cálculos, excepto en una máquina de sumar. Tomó su sombrero y se fue.

Sidis tiene un nuevo interés que le absorbe actualmente más que los traslados en tranvía. Se trata del estudio de ciertos aspectos de la historia de los indios americanos. Da clases a media docena de estudiantes interesados ​​una vez cada dos semanas. Se reúnen en su dormitorio y se acomodan en la cama y en el suelo para escuchar el intenso pero vacilante discurso del otrora prodigio. A Sidis le preocupa principalmente la tribu Okamakammessett, a la que describe como una especie de federación proletaria. Ha escrito algunos folletos sobre la tradición y la historia de Okamakammessett y, si se le solicita adecuadamente, recitará poesía de Okamakammessett e incluso cantará canciones de Okamakammessett. Admitió que su estudio de los Okamakammessetts fue una consecuencia de su interés por el socialismo. Cuando la joven mencionó la manifestación del Primero de Mayo de 1919, miró el retrato de la niña en su cómoda y dijo: "Ella estaba en ella. Era una de las fuerzas rebeldes". Él asintió vigorosamente con la cabeza, como complacido con esa frase: "Yo era el abanderado", prosiguió. "¿Y sabes qué era la bandera? Sólo un trozo de seda roja". Él soltó su risa curiosa. "Seda roja", repitió. No hizo ninguna referencia a la imagen que tenía de sí mismo en los días de su gran fama, pero su entrevistador supo más tarde que en una ocasión, cuando un alumno suyo le preguntó a quemarropa sobre su precocidad infantil e insistió en una demostración de sus habilidades matemáticas. Sidis logró con dificultad expulsarlo de la habitación.

Sidis reveló a su entrevistador que tiene otro trabajo en marcha: un tratado sobre las inundaciones. Le mostró la primera frase: "California ha adquirido considerable fama gracias a su supuesto clima". Parece que estuvo en California hace unos diez años durante sus andanzas. Su visitante se animó, por fin, a mencionar la predicción, hecha por el profesor Comstock del Instituto Tecnológico de Massachusetts allá por 1910, de que el niño que ese año daba una conferencia sobre la cuarta dimensión a una reunión de eruditos crecería hasta Sé un gran matemático, un líder famoso en el mundo de la ciencia. "Es extraño", dijo William James Sidis, con una sonrisa, "pero, ya sabes, nací el Día de los Inocentes".

―Jared L. Manley (James Thurber) 1

1 En Los años con Ross Thurber escribió: "Era uno de los '¿Dónde están ahora?' serie, para la cual hice la reescritura (Grossett & Dunlap, 1957, p. 210)". Pero Jared Manley era el seudónimo de Thurber. "Bernstein escribe: 'A principios de 1936, Thurber comenzó a escribir (en realidad a reescribir, ya que algunos de los mejores reporteros de The New Yorker, como Eugene Kinkead, estaban haciendo la investigación) una serie de perfiles breves y retrospectivos. Bernstein también revela que Jared L. Manley fue un nombre que Thurber improvisó cuando escribió su primer artículo sobre un viejo boxeador basado en las iniciales del boxeador John L. Sullivan y Manley basado en "el arte varonil de la autodefensa".'" — Privacidad, Información y Tecnología.

2 Norbert Weiner, que estaba en la reunión del club de matemáticas, escribió: "El joven Sidis, que entonces tenía once años, era obviamente un niño brillante e interesante. Su interés estaba principalmente en las matemáticas. Recuerdo bien el día en el Club de Matemáticas de Harvard en el que GC Evans, ahora jefe retirado del departamento de matemáticas de la Universidad de California y amigo de toda la vida de Sidis, patrocinó al niño en una charla sobre las figuras regulares de cuatro dimensiones. La charla habría dado crédito a un alumno de primera o segunda dimensión. estudiante de posgrado de cualquier edad, aunque todo el material que contenía era conocido en otros lugares y estaba disponible en la literatura. El tema me lo había hecho familiar EQ Adams, un compañero de mis días en Tufts. Estoy convencido de que Sidis no tenía acceso según las fuentes existentes, y que la charla representó el triunfo de los esfuerzos sin ayuda de un niño muy brillante ( Ex-Prodigy , Simon & Schuster, p. 131 - 132)".


4 Cfr. Siete mitos del fracaso por Dan Mahony: "Las investigaciones muestran que la mayoría de los niños prodigio llevan vidas productivas. Al igual que Sidis".

PDF  Mecanografiando por Bill Paton.

Un visitante inesperado: Un gato callejero


Aunque no creemos que mantener mascotas sea de humanos evolucionados, excepto en contados casos como perros guías o acompañamiento de personas ancianas o con diversidad cognitiva, lo cierto es que un animal callejero, como Feliz o Garfield, un gato libre y  agradecido, nos demuestra la maravilla que es la naturaleza.

Lo cierto es que un gato te resuelve un post de transición, te calma en un agitado día y te devuelve la fe en la humanidad,... Aunque Feliz o Garfield no parece haber vivido experiencias muy gratificantes con las personas, porque es muy temeroso cuando nos acercamos. Confiamos que Feliz o Garfield también llegue a confiar en los seres humanos, tan imprevisibles como geniales cuando se esfuerzan.
Con razón dicen que los gatos están destinados a demostrarnos que no todo en la naturaleza tiene un propósito, aparte de hacernos felices con la inteligencia de un águila, la parsimonia de un tigre y la bondad de un colibrí. Los gatunos son la belleza sin vanidad, la fuerza sin insolencia, el coraje sin ferocidad, todo virtudes sin sus excesos.
Un visitante inesperado: Un gato callejero
Álbum de fotos de este minino, al que llamamos FELIZ o Garfield.
Miles de imágenes nuestras de gatos, siempre libres,...

Gatos en Mil Palmeras

Parece que a los gatos les gustan los descapotables MG. 
Si hay algo fácil de fotografiar en Mil Palmeras es todo tipo de gatos.
Mil Palmeras,5 octubre 2021
Hay quien llama a esto Mil Gatos, porque hay tantos felinos como palmeras.
Gato en Mil Palmeras 
Los gatos son ya una parte esencial de Mil Palmeras.
Mil Palmeras, 5 octubre 2021
Un centenar de fotos nuestras con gatos,...

Gemma Herrero Virto en el Taller de Escritura de BBK Sasoiko (II)

Gemma Herrero Virto
El Taller de Escritura de BBK Sasoiko que dirige el escritor Juan Fernández Trillo transitaba por un camino excelente, pero a partir de este quinta sesión semanal se lanza al vuelo. A partir de hoy nos acompañarán escritores en cada videoconferencia. 

Gemma Herrero Virto nos ha sorprendido en el Taller de Escritura de BBK Sasoiko. La sencillez con la que ha relatado la labor de una escritora profesional, especializada en narrativa de misterio y  magia sobrenatural, ha sido admirable. Muy inspiradora su trayectoria labrada paso a paso, con el impulso que significó ser finalista en el Premio Literario Amazon 2017 con Los crímenes del Lago

Ha estado abierta a las preguntas, desenfadada en las respuestas y sincera en confesar su estilo y hábitos como autora que vive de su profesión. 

El primero y mejor de los consejos que hemos aprendido ha sido, a mi juicio, ha sido: "Concluye tu obra sin volver una y otra vez hacia atrás,... Ya podrás revisarla una vez finalizado el primer borrador".
Gemma Herrero Virto en el Taller de Escritura de BBK Sasoiko
Muy activa en redes sociales, Gemma Herrero Virto nos confesó que dedica una parte significativa de las mañanas a la difusión y promoción de sus obras. Valora mucho y le aporta ideas, ha reconocido, el diálogo con seguidores y amistades digitales. Incluso ello fue el cauce para escribir  con Martin McCoy una reciente novela conjunta titulada "Olvida", proceso que nos ha revelado. 

Podéis seguirla en: Twitter como @Idaean  / Canal YouTube /  www.facebook.com/gemma.herrerovirto 
Web oficial : gemmaherrerovirto.wixsite.com/eilean

Visitando su web (que le recomendaríamos fuese más profesional que en Wix) o su perfil Facebook (que podría ser una Página FB) es fácil acceder a algunas de sus obras. 
¡Cuidado, parece son adictivas!

He comenzado por Ojo de Gato (véase un book trailer a continuación). 
Book trailer de la novela Ojo de gato de la escritora Gemma Herrero Virto.
Puede descargarse íntegra y gratuitamente aquí: http://t.co/RKtETFDPF0

Otros posts sobre este Taller de Escritura de BBK Sasoiko.

Acertijo con moscas, perro, mono, gato, medusas,...

Acertijo con moscas, perro, mono, gato y medusas
Aparte de la pista que suponen las imágenes, quizá la resolución de esta adivinanza se facilita diciendo que hubo otros animales además de los citados, fauna como ratones antes que el perro más famoso de los '60 de esta aventura, gusanos de la harina, conejos, tortugas, insectos, arañas, peces, amebas y algas, medusas,...

Otra pista es que los animales más célebres fueron las pioneras moscas eran de la fruta, que el reconocido can era una perrita callejera rusa, el mono norteamericano, así como la francesa gata es el más celebrado de los felinos.
Si facilitamos los nombres, en el caso de las "mascotas", ya se descubre el reto:
  • Laika (que significa ladradora en ruso, aunque originariamente se llamó Kudryavka "pequeña de pelo rizado") fue la heroica perrita que se conoció por su hazaña en 1957, 
  • Ham fue el chimpancé de 1961, aunque no era el primero como los Albertos, pero sí el más decisivo, 
  • Félicette, elegida entre 14 candidatos, fue la gata venerada en Francia desde 1963 (vídeo intermedio),
  • Arabella y Anita son las menos conocidas arañas de jardín europeas que en 1973, que  hilaron telarañas a bordo de la estación espacial Skylab de la NASA durante 59 días. 
Toda esta fauna ha viajado al espacio, desde las moscas en un V2 requisado a los nazis y disparado el 20 de febrero de 1947 desde el Campo de Misiles de White SandsLaika en el Sputnik 2 del 3 de noviembre de 1957. Las tortugas de 1968 orbitaron la luna, ... y prepararon la llegada del hombre a nuestro satélite en 1969. Demostraron que no había riesgos graves por situaciones de ingravidez o por las aceleraciones del lanzamiento y retorno. Ahora, preparando el viaje a Marte, nuevos conejillos de indias o cobayas serán necesarios,...  
Post de la serie "el futuro fue hace 60 años",...

La bruja, los SuperHéroes y PLEO: El cuento de anoche

PLEO y PLEÍTO, los dinosaurios robot
Este es un relato del cuento de anoche, del contexto en el que surge y de cómo se construye entre sus narradores. Mientras la pequeña L. de casi un año se duerme con sus amatxu (madre) y su amama (abuela), en un lapso de apenas diez minutos (porque ya casi son las 22 horas), mis dos nietos mayores me piden (a su aitxitxe, abuelo) el cuento del día.

J., con 8 años siempre pide un capítulo más de nuestra versión libre y perpetua de "Dos años de vacaciones". M. de 4 años prefiere, una vez superada la etapa Peppa Pig, elegir los personajes y si el cuento será de aventura, terror,...Esta vez pide que los personajes sean una bruja mala, los SuperHéroes de Marvel (dice M.). J. reclama que intervengan dos PLEOs que van a pedir al Olentzero (Papá Noel o Reyes Mayos,...), mientras me guiña un ojo porque él ya sabe "el secreto", pero su hermano no.

Así que comenzamos otro cuento, con interrupciones infantiles que nos guían en su desarrollo. Lo primero es personalizar los personajes, con nombres resonantes que algún día reconocerán. El relato se resume así, pero la oralidad, las voces, los silencios,... sólo se aprecian en la semioscuridad con las manos enlazadas y hasta quedarse dormidos (a veces, todos).

Una bruja malvada llamada la Bruja Piruja (aquí no me lo curré demasiado), tenía un terrorífico gato de nombre Mefistófeles (les gusta que sea difícil de pronunciar, porque son los fáciles de recordar). Asolaban la Tierra asustando a los niños todas las noches, así que hubo que llamar a los SuperHéroes de Marvel para que pusieran a buen recaudo a Piruja y Mefistófeles. 

Cualquiera de los SuperHéroes podría acabar con la bruja y su gato, pero no lograban encontrarla, a pesar que que sabían que vivían en su castillo, pero si entraban todo se desvanecía. Tras muchas intentonas, Iron Man propuso un truco: Utilizar los PLEOs de mis nietos para entrar en el castillo con una estrategia de "Caballo de Troya". Para ello tuvieron que venir a su casa.

Cuando llamaron al portero automático y amatxu preguntó quién era, respondió Hulk con su vozarrón que eran los SuperHéroes. Amatxu no les creyó, a pesar de que insistieron todos (Superman, Spiderman,...), así que tuvieron que acercarse por las ventanas del salón para que les reconocieran. Se sentaron en el salón, y les pidieron por un día a PLEO y a PLEÍTO, las dos mascotas de J. y M.

M. les pidió que un favor a cambio del préstamo, que le ayudasen si en el Colegio le pegaba uno de los dos niños abusones. J. que les llevasen con ellos para ver cómo vencían a la bruja y su gato. A ambos les concedieron sus deseos. Así pudieron ver (resumimos las batallas) cómo Mefistófeles se burló de los amistosos robots si apreciar su inteligencia artificial y así concluyó la era del miedo cuando encerraron a la bruja con su felino,...

Nota Bene: Recogemos este cuento porque esta petición de los SuperHéroes sucedía el mismo día en el que fallece su creador: El gran Stan Lee. Sirva este simple post como obituario de su excelsa obra (Excelsior!).

Divagaciones geniales de Tim Minchin

Nueve lecciones de vida del músico y comediante Tim Minchin, al recibir un doctorado honorario en la Universidad Western Australia en 2013. Aunque el vídeo está subtitulado al español, recogemos la transcripción de lo fundamental.

1. No es obligatorio tener un sueño.

Los americanos en los concursos de talentos siempre hablan de sus sueños. Bueno, si tenéis algo con lo que siempre habéis soñado de corazón, ¡id a por ello! Después de todo, es algo que hacer con vuestro tiempo: perseguir un sueño. Y si es uno suficientemente grande, os va a llevar la mayor parte de vuestra vida alcanzarlo, así que para cuando lo consigáis y estéis observando el abismo de la falta de sentido de vuestro logro, estaréis casi muertos, así que no importará.
Yo nunca tuve realmente uno de esos grandes sueños, así que soy partidario de dedicarse apasionadamente a la persecución de objetivos a corto plazo. Sed micro-ambiciosos. Agachad la cabeza y trabajad con orgullo en lo que sea que tengáis delante; nunca sabes dónde puedes acabar. Sólo tened en cuenta que el próximo objetivo que merezca la pena probablemente aparecerá en la periferia, que es por lo que deberíais tener cuidado con los sueños a largo plazo: si miráis demasiado lejos hacia adelante, no veréis esa cosa brillante con el rabillo del ojo.

2. No busquéis la felicidad.

La felicidad es como un orgasmo: si piensas demasiado en ello, desaparece. Manteneos ocupados, intentad hacer a alguien feliz, y puede que os llegue también un poco de felicidad como efecto secundario. No evolucionamos para estar permanentemente satisfechos; a los australopithecus afarensis satisfechos se los comieron antes de que transmitieran sus genes.

3. Recordad: todo es suerte.

Tenéis suerte de estar aquí. Fuisteis increíblemente afortunados por haber nacido, e increíblemente afortunados por haber sido criados en una buena familia que ayudó a que tuvierais una educación y os animó a ir a la universidad.
O, si naciste en una familia horrible, entonces mala suerte y tienes mi simpatía, pero aun así eres afortunado. Afortunado porque resultaste estar hecho del tipo de ADN que fabrica el tipo de cerebro que, al sufrir un entorno infantil horrible, toma decisiones que te llevaron, finalmente, a graduarte en la universidad. Bien hecho por arrastrarte a ti mismo por los cordones de los zapatos, pero has tenido suerte. No has creado la parte de ti que te arrastró; ni siquiera tus cordones.
Supongo que yo trabajé duro para conseguir los dudosos logros que he alcanzado, pero yo no creé la parte de mí que me hace trabajar duro, como tampoco creé la parte de mí que comió demasiadas hamburguesas en vez de ir a clase mientras estuve aquí en la UWA. Comprender que en realidad no puedes atribuirte el mérito de tus éxitos ni tampoco culpar a otros de sus fracasos, te hará humilde y más compasivo. La empatía es algo intuitivo, pero también es algo que puedes trabajar intelectualmente.

4. Haced ejercicio.

Lo siento, pálidos fumadores graduados en filosofía que arqueáis vuestras cejas en una curva cartesiana mientras veis a la muchedumbre en movimiento serpenteando a través de los minúsculos conos de tráfico de su existencia: vosotros estáis equivocados y ellos tienen razón.
Bueno, tenéis razón a medias. Pensáis, luego existís; pero también: corréis, luego dormís bien, luego no estáis sobrecogidos por una angustia existencial. No podéis ser Kant, y tampoco queréis serlo.
Haced deporte, haced yoga, levantad pesas, corred, lo que sea, pero cuidad vuestro cuerpo: lo vais a necesitar. La mayoría de vosotros va a vivir casi cien años, e incluso el más pobre de vosotros alcanzará un nivel de riqueza que la mayoría de humanos a lo largo de la historia ni siquiera podría haber soñado. Y esta larga y lujosa vida que tenéis por delante ¡va a hacer que os deprimáis! ¡Pero no desesperéis! Hay una correlación inversa entre depresión y ejercicio. Hacedlo. Corred, mis bellos intelectuales, corred.

5. Sed severos con vuestras opiniones.

Un famoso dicho afirma que las opiniones son como los agujeros del culo porque todo el mundo tiene una. Eso encierra una gran sabiduría, pero yo añadiría que las opiniones difieren significativamente de los agujeros del culo porque las vuestras deberían ser constante y exhaustivamente examinadas.
Debemos pensar críticamente, y no sólo sobre las ideas de otros. Sed severos con vuestras creencias; sacadlas a la calle y pegadles con un bate de críquet. Sed rigurosos intelectualmente; identificad vuestros sesgos, vuestros prejuicios, vuestras preferencias. La mayoría de las discusiones sociales perduran por no saber reconocer los matices; tendemos a generar falsas dicotomías, tratando entonces de mantener una discusión usando dos conjuntos de suposiciones completamente diferentes, como dos jugadores de tenis tratando de ganar un partido dando bellos golpes perfectamente ejecutados desde extremos opuestos… de diferentes pistas de tenis.
Por cierto, ya que tengo enfrente de mí a graduados en ciencias y en letras: por favor, no cometáis el error de pensar que las letras y las ciencias son cosas opuestas. Esa es una idea reciente, estúpida y dañina. No tienes que ser anticientífico para crear bello arte, para escribir cosas bonitas. Si necesitáis pruebas: TwainDouglas AdamsVonnegutMcEwanSaganShakespeareDickens… (para empezar).
No necesitas ser supersticioso para ser poeta. No necesitas odiar la manipulación genética para preocuparte por la belleza del planeta. No necesitas tener un alma para promover la compasión. La ciencia no es un cuerpo de conocimiento ni un sistema de creencias; es sólo un término que describe la adquisición incremental de conocimientos de la humanidad mediante la observación. La ciencia es asombrosa.
Las letras y las ciencias necesitan trabajar juntas para mejorar cómo se transmite el conocimiento. La idea de que muchos australianos (incluyendo nuestro nuevo primer ministro y primo lejano mío, Nick Minchin) crean que la ciencia detrás del calentamiento global es discutible es un claro indicador de la magnitud de nuestro fracaso en la comunicación. El hecho de que el 30% de las personas de esta habitación se hayan enojado es todavía mayor evidencia. El hecho de que ese enojo tenga más que ver con la política que con la ciencia es incluso más desalentador.

6. Sed profesores.

Por favor, por favor, por favor: sed profesores. Los profesores son las personas más admirables e importantes del mundo. No tenéis que hacerlo para siempre, pero si estáis en la duda de qué hacer, sed profesores increíbles, sólo mientras seáis veintañeros. Sed maestros de educación infantil, especialmente si eres un tío; necesitamos hombres maestros de educación infantil.
Incluso si no sois profesores, sed profesores: compartid vuestras ideas; no deis por hecha vuestra educación; disfrutad de lo que aprendéis, y difundidlo.

7. Definíos por lo que amáis.

Me he encontrado yo mismo hace poco haciendo esto: si alguien me pregunta qué tipo de música me gusta, digo “bueno, no escucho la radio porque la letra de la música pop me molesta”. O si alguien me pregunta que qué comida me gusta, digo “creo que el aceite de trufa se usa en exceso y es ligeramente desagradable”. Y lo veo constantemente en Internet: gente cuya idea de pertenecer a una subcultura es odiar a Coldplay, o el fútbol, o a las feministas, o al Partido Liberal.
Tenemos tendencia a definirnos en oposición a algo; como cómico me gano la vida con eso. Pero tratad de expresar también vuestra pasión por las cosas que os gustan: sed efusivos y generosos en vuestros elogios a aquellos que admiráis; mandad tarjetas de agradecimiento y dad ovaciones en pie. Sed pro-algo, no sólo anti-algo.

8. Respetad a la gente con menos poder que vosotros.

En el pasado he tomado decisiones importantes sobre la gente con la que trabajo (agentes y productores) basándome en gran medida en cómo tratan a los camareros en los restaurantes en los que nos reuníamos. No me importa si eres el gato más poderoso en la habitación: te juzgaré por cómo trates a los que tienen menos poder. Que lo sepas.
9. No tengáis prisa.
No necesitas saber ya lo que vas a hacer con el resto de tu vida. No digo que os quedéis fumando porros todo el día, pero tampoco entréis en pánico. La mayoría de la gente que conozco que estaba segura del camino a seguir a los 20 años, ahora tiene una crisis de mediana edad.
Dije al principio de esta divagación que la vida no tiene sentido. No era una afirmación superficial; creo que es absurda la idea de buscar un sentido en el conjunto de circunstancias que casualmente existen después de 13,8 miles de millones de años de eventos sin rumbo. Dejad que los humanos piensen que el universo tiene un propósito para ellos.
Sin embargo, no soy un nihilista. Ni siquiera soy un cínico. Soy, de hecho, más bien romántico. Y ésta es mi idea de romanticismo: pronto estaréis muertos. La vida a veces parecerá larga y difícil y… ¡dios!, agotadora. Y a veces estarás feliz y a veces triste. Y después estarás viejo. Y después estarás muerto. Hay sólo una cosa sensata que hacer con esta existencia vacía, y es llenarla.
Y en mi opinión (hasta que la cambie), la mejor forma de llenar la vida es aprendiendo todo lo que puedas sobre todas las cosas que puedas; estar orgulloso de lo que sea que hagas; siendo compasivocompartiendo ideas; corriendo; siendo entusiasta. Y también está el amor, viajar, el vino, el sexo, el arte, los niños, regalar, escalar montañas,… pero todo eso ya lo sabéis.
Es algo increíblemente excitante esta vida vuestra, única y sin sentido. Buena suerte, y gracias por esta oportunidad.

Globos de Cantolla (no Cantoya)

Fuego, tierra, agua, aire: Sueña Alicante #h2ogueras @muchomasquealicante 
Los Globos de Cantolla (a menudo incorrectamente escrito como Cantoya) reciben este nombre en honor a Joaquín de la Cantolla y Rico (Ciudad de México 25 de junio de 1829 – 20 de marzo de 1914), un telegrafista mexicano pionero en la construcción de globos aerostáticos. En la tradición mejicana el globo de Cantolla es un vehículo de ascensión del alma en la noche de los muertos.

Joaquín de la Cantolla difundió un invento creado en Asia hace 18 siglos por el general y estratega Zhuge Liang (181-234), a quien se atribuye la linterna de Kong Ming, un arma militar para asustar al enemigo o iluminar marchas nocturnas. Actualmente es un elemento lúdico de buenos deseos, no exento de peligros de incendio o prohibiciones,...
Recibe el numerosos modos de designarlo: globo de luz, linterna voladora, farolillo chino, globo del deseo, linterna de cielo,... En Tailandia, la linterna volante (khom loi, linterna flotante) se utiliza como parte de sus celebraciones espirituales así como para ocasiones especiales, como espectaculares festivales tales como Loy Krathong o Yi Peng.

Aunque se pueden comprar con materiales ignífugos y biodegradables, recomendamos su construcción como un divertido trabajo artesanal con papel seda, alambre, pegamento y parafina. Es fácil montarlos con elementos comunes, como muestra el siguiente vídeo (no os perdáis los pensamientos del gato hacia el minuto 10:30). Puede ser un juego con los pequeños de la casa crearlos y hacerlos volar en zonas despejadas y sin viento,...
Imagen superior de Aitor Agirregabiria de la Sen.

#24M La cornada electoral


Hoy será un día divertido para quienes amamos la política. Este post se inicia a la madrugada, con la predicción de que será una jornada que dará una cornada al bipartidismo en España. La pluralidad  o el puzzle partidista que desde siempre se ha vivido en Euskadi o en Catalunya, con inexactos ejes derecha-izquierda o nacionalismo vasco-español, ahora se enriquece -y se notará especialmente en España, con ejes nuevo-viejo, abajo-arriba, primarias-no, o cambio-recambio (aunque ambas nuevas formaciones no son sino recambios de la izquierda o de la derecha).

Hacia las 11:15 analizaremos en Onda Vasca la situación de la campaña en las redes sociales digitales, y seguiremos la jornada (para ello adjuntamos este widget de El País).

08:00 Nuestras predicciones apuntan que, tras la jornada/cornada del #24M de 2015, los acuerdos PSOE con... Ciudadanos serán frecuentes y ubicuos, más de que ahora piensan muchos.

Los resultados harán mella en el PP, especialmente donde la corrupción ha sido escandalosa, incluso para un electorado bastante pasivo y no demasiado exigente. UPyD desaparecerá, como ya predecíamos quienes conocimos a Rosa Díez en otros gobiernos.

Los partidos más votados a escala de municipales de todo el Estado serán, en este orden, PP, PSOE, Podemos (en sus distintos modos de participar) y C's. EAJ-PNV y EH Bildu mantendrán, casi sin pérdidas, sus porcentajes de electorado en la CAPV y en la CFN.  UPN y PSN proseguirán su tendencia de bajada en la Comunidad Foral de Navarra, donde se abrirá un nuevo panorama multipartito.

Ada Colau, personificando una opción, será la candidatura más votada en Barcelona. En Getxo, Bilbao y Bizkaia seguirá estando destacada la opción EAJ-PNV, mientras que Donostia (más que Gipuzkoa) camina hacia un casi empate EH Bildu y EAJ-PNV. En Vitoria-Gasteiz y Araba, el PP bajará sus apoyos, con más aparición de nuevas alternativas políticas que en Bizkaia y Gipuzkoa.

Primera "profecía" a verificar en horas: Habrá más participación en estas municipales #24M que en 2011 (66,23%) y en 2007 (63,27%).

24:00 Primeras conclusiones:
  • La corrupción pasa factura,...¡al fin! Pregunten al PP, o en la Comunidad Valenciana,... Quizá un periodismo de investigación podría analizar si mañana se compran destructoras de papel, porque habrá mucho que triturar en Madrid,... (Actualización a 29-5-15. Parece que en esto también acertamos,...)
  • No tocar poder desgasta,... Pregunten a IU.
  • Tocar poder pone a cada cual en su sitio. Pregunten a EH Bildu.
  • El voto descontento que buscaba siglas lo va encontrando y olvida opciones como UPyD (demasiado personalismo).
  • Hay comunidades con voto maduro (mayor estabilidad) como Euskadi,... y otras más volubles que aún buscan referentes (pregunten en las capìtales andaluzas o en Barcelona).
  • Pablo Iglesias puede mostrar ganadoras, y eso que como el gato de Schrödinger (como dijo un tal Pérez) no sabemos si se presentaba o no.
  • Pedro Sánchez ha salido trasquilado y su papel de referente convertido en mera bisagra en sus plazas de referencia (Madrid,...). Peligra si a Susana Díaz o a sus equipos les apetece subir de latitud.
  • En Euskadi, más aún que en otros lugares, la figura del / de la alcaldable es determinante. Así se logra resultados como en Vitoria-Gasteiz o en Sestao (confiando que los mensajes sospechosos de xenofobia no fueran determinantes).
  • Nuestras predicciones resultaron bastante acertadas, comenzando por el desgarrón al bipartidismo, y su papel anecdótico en Catalunya y en Euskadi (cuarta PSE y quinta PP fuerzas, tras EAJ-PNV, EH Bildu y Podemos), pero aún asoman el PSE en Donostia como segundo o el PP en Araba.