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Números narcisistas, que no necesitan otros dígitos


Los números narcisistas (también llamados números armstrong o autopoderosos) son números enteros que cumplen una propiedad especial: son iguales a la suma de sus propios dígitos, cada uno elevado a la potencia de la cantidad de dígitos que tiene el número. Es decir, un número narcisista en base 10 de 𝑛 n dígitos satisface la ecuación: 

153: Tiene tres dígitos, por lo que 153 = 1^3 + 5^3 + 3^3 = 1+125+57, o...
9474: Tiene 4 dígitos, por lo que  9474 = 9^4 + 4^4 + 7^4 + 4^4 = 6561+256+2401+256.
Ambos son narcisistas. Estos números son poco comunes y, por lo general, pertenecen a un conjunto específico en las matemáticas recreativas debido a su curiosa propiedad.
Episodio Marge, Homer y el deporte en pareja, en la que aparecen tres números curiosos, uno de ellos un número narcisista, 8.208

Los números narcisistas menores que 100.000 son: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 153, 370, 371, 407, 1.634, 8.208, 9.474, 54.748, 92.727 y 93.084. Fijémonos en uno en concreto, el número narcisista 8.208. Este en particular ha alcanzado una cierta fama por haber aparecido en la serie televisiva Los Simpson. Como puede leerse en el libro Los Simpson y las matemáticas del físico y divulgador Simon Singh, la historia de ese y otros dos números que aparecen en un capítulo de la temporada 17 de esta serie es muy curiosa. 
Un ejemplo de número narcisista de 39 cifras,...

Otros días hablaremos de los números perfectos, abundantes, deficientes, casi perfectos, multi-perfectos, ambiciosos, sublimes, amigos, novios, sociables, intocables, prácticos, raros, e incluso, poderosos.
@derivando_oficial Los números narcisistas (o chulitos) son unos números que no sirven para nada pero que son divertidos .Teneis el vídeo completo sobre el tema en #Derivando ♬ sonido original - Derivando Oficial

Aniversario de 47 años de matrimonio de Carmen y Mikel

Panorámica de Carmen y Mikel en NYC (foto de Aitor)
Aniversario que hemos disfrutado en NYC,… 
Celebrando en NYC 47 años de matrimonio de Carmen y Mikel
Visitando la Estatua de la Libertad iluminando el mundo,...
Celebrando en NYC 47 años de matrimonio de Carmen y Mikel
       Con la isla de Manhattan al fondo,... 
Celebrando en el Museo Guggenheim de NYC 47 años de matrimonio de Carmen y Mikel
Días de excursiones,… 
Celebrando en NYC 47 años de matrimonio de Carmen y Mikel
Visitando museos como el MoMA, Solomon Guggenheim, MET,... de NYC
Celebrando en NYC 47 años de matrimonio de Carmen y Mikel
Este año lo hemos celebrado en una visita a Aitor en NYC. 
Desde casi lo más alto del centro del mundo o algo parecido,…
A completar cuando dispongamos de un PC. 
Son ya 51 años desde que nos conocimos y fuimos novios Carmen y Mikel.
Se han cumplido 47 años de matrimonio desde el 26-8-77.
Parece que este aniversario se denomina "Bodas de Amatista".
Suman exactamente 17.168 días de amor y felicidad.
Entradas de nuestro aniversario en 20092010201120122013,2014201520162017202020222023,...
Celebrando en NYC 47 años de matrimonio de Carmen y Mikel
 Álbum de fotos de la celebración Buscar en Flickr

Aniversario de 45 años de matrimonio

Otro viernes 26 de octubre, pero de hace 45 años, nos casamos Carmen y Mikel. Son nuestras “bodas de zafiro”.
Bodas de zafiro de Carmen y MikelOtro viernes 26 de agosto, pero en 1977, nos casamos en Bilbao. Hace 45 años, o 16.436 días, que han pasado como un suspiro de amor y felicidad. También hemos cumplido 49 años de novios o esposos. Hoy lo celebraremos en Alicante y pronto con hijos y nietos.

Hoy nos han preguntado: ¿El secreto de un amor longevo? Lo aprendimos de nuestro admirado Antoine de Saint-Exupéry: "Poner la inteligencia al servicio del amor". Con ello nos cambiamos nosotros mismo, y contribuimos a transformar el mundo. 
Poner la inteligencia al servicio del amor.
Entradas de nuestro aniversario en 20092010201120122013,2014201520162017, 2020,...

Aniversario de 43 años de matrimonio

Aniversario de 43 años de matrimonio
Esperando un poco antes de la celebración familiar con hijos y nietos.
En el año 2020 del COVID-19 y las mascarillas.

Son ya 47 años desde que nos conocimos y fuimos novios Carmen y Mikel.
Se han cumplido 43 años de matrimonio desde el 26-8-77.
Parece que este aniversario se denomina "Bodas de Ópalo".
Suman exactamente 15.707 días de amor y felicidad.
Para entender mejor la letra de esta canción, Eternal flame (Llama eterna).
Una célebre melodía en 1988 de The Blangles, una banda femenina que sigue activa.
Entradas de nuestro aniversario en 20092010201120122013,201420152016, 2017,...

Sí, Carlton: Top Bodas 2012

Arantza Garcés, modelo en "Sí, Carlton. Top Bodas 2012"
En la edición 2012 del "Sí, Carlton. Top bodas”, que está teniendo lugar los días 3 y 4 de Febrero en el Hotel Carlton de Bilbao hemos visto las colecciones de fiesta primavera-verano de Mercedes de Miguel, que ha estado acompañada de una selección de Alicia Rueda y de Derby Gardeazabal. Todo bajo la cuidada y simpática presentación de Carolina Ferré (ver en nuestras fotos).

Han desfilaron Arantza Garcés (foto inicial y otras imágenes), Ane Zubizarreta, Kontxi Monge (fotos), Iratxe Moreta, Ismene Eizmendi, Itsasne Ayensa Gómez (fotos), Janire Agüeros (fotos), Lucía Pereda, Paula Gatón (fotos), Natalia Diéguez (fotos en distintos desfiles), Olatz Garmendia, Natalia Iturregui, Diego Lorenzo, David Franco (fotos), José Ares y Alejandro Antón.

El acto fue presentado por la periodista televisiva Carolina Ferré.

Colección de fiesta primavera-verano 2012 de Mercedes de Miguel.

Sorpresas florales, novias de Alicia Rueda y novios de Derby Gardeazabal..

En el minuto 8:10 a la tercera modelo se le desprende un zapato (instantánea), que sabe recoger con elegancia y profesionalidad sin interrumpir el desfile.
Según la crónica de "La Mirilla" en el acto estuvieron Iñaki Azkuna, alcalde de la villa, Maite Lastra, José Miguel Urrestarazu, Javier Elorz, Marije Méndez, Josu Viñaspre, Álvaro Prieto y los músicos Saúl Santolaria y Diego Lasheras. Asimismo, acudieron Elena Montoya, María Sol Corral, Miguel Atutxa, Alberto Gutiérrez, Pilar Zorrilla, Arantza Muerza, Saioa Larizgoitia, Isabel Batiz, Charo Blanco, Emilia Coca, Agustín Sánchez, Josebe Atxa, Gorka Urrestarazu, Joana Ibáñez, Mar Ovelleiro, Fiamma Toriello e Ibai Larizgoitia. También estuvieron Gloria Núñez, Begoña Palacio, Charo Calvo, José Ángel Cabana, Laura Hierro, Ainara López, Leire Fernández, Dorleta Basabe, Carmen Miral, Pilar Orbegozo, Ainara Alaña, Beatriz Marcos, Aurora Ramos, Carlos García, Lourdes Amayuelas, Alicia Barrio, Marta Cuevas, Bernadette Villanueva, Mari Ángeles Puente, Silvia Varea, Marta Aguilar, Yolanda del Hoyo, Concha Marco, Esther Ceballos y Susana Mintegui (a quienes puede descubrirse en nuestras fotos).
Sorpresas florales efímeras en "Sí, Carlton. Top Bodas 2012"
Hemos estado con Marta Aguilar Barrón (única foto en la que no aparece movida por su dinamismo), Arantza Sáez de la Fuente (que nos ha recordado que acaba el 7 de febrero su exposición de acuarelas "Selected Collection" en el Bar Singular, Heros 14 de Bilbao, pero que luego se llevará a la Torre Ariz de Basauri), Raimundo Rubio (esta vez sin su hija Ane Rubio que se encuentra estudiando moda en Madrid),...

Álbum con 264 imágenes (que se anexan abajo) y cuatro vídeos mostrados arriba (1º con Carolina Ferré, madrina del "Sí, quiero Top Bodas 2012", 2º con diseños de Mercedes de Miguel, con sorpresa floral, Derby Gardeazabal alternados con Alicia Rueda y desfile final).

Otros relatos de Raimundo Rubio,...
Crónica del mismo evento en 2011: Hotel Carlton - Top Bodas 2011.
Más entradas nuestras sobre moda.

Fotos de bodas en el Museo Guggenheim Bilbao

Fotos de bodas en el Museo Guggenheim Bilbao
A todas las personas nos gustan las bodas. Hoy nos hemos sorprendido al ver, en pocos minutos, hasta cinco bodas con fotógrafos (fotos de la , , , y ) en el entorno del Museo Guggenheim Bilbao. Parece que se ha convertido en el lugar de referencia para los reportajes de boda de todas las novias y novios de Bizkaia.
Fotos de bodas en el Museo Guggenheim Bilbao
En la foto inferior se comprueba que el novio, aunque imprescindible en toda boda, es un secundario ante el protagonismo de la novia. Hasta los gorriones de la zona parecían muy felices viendo tanto ajetreo. Presentación de las fotos de hoy en Bilbao.
Fotos de bodas en el Museo Guggenheim Bilbao

Carmen, tú eres mi Google

Dicen que en Google se encuentra todo... Yo todo lo que necesito lo encuentro en ti, Carmen. Parafraseo a Mark Twain: Si “para Adán, el paraíso era donde estaba Eva”, mi cielo está donde tú estás. Y como dice la canción inferior: "Y si tú no existieses,... yo no existiría"...
Otra versión de la misma canción en castellano (no exactamente traducida). Y todo esto lo escribimos, antes de leer este post: “El próximo Google podría estar en vuestro dormitorio”... Programado para hoy, cuando cumplimos 33 años felices y casados (y otros cuatro de novios). Además es nuestro primer aniversario de boda en el que ya contamos con un nieto.

Novios de ayer y de hoy

Un novio de antes era un apéndice permanente pegado a su chica, que siempre estaba a la izquierda o derecha, delante o detrás,... Un novio de ahora es una entelequia que has de suponer que existe, aunque raramente lo veas con su supuesta novia, y jamás con ella de la mano.
¿Están de acuerdo?

Categorías familiares...

No siempre somos conscientes de la trascendencia de la institución familiar, que puede arroparnos y alegrarnos durante toda la vida.

Cuando nacemos, todos somos hijos. Muchos, además nacemos o nos convertimos en hermanos y primos. Casi todos somos nietos, y la mayoría sobrinos. Con suerte, antes o después, nos transforman en tíos. Muchos, más pronto o más tarde, nos desarrollamos como novios. Bastantes nos comprometemos a ser esposos (maridos o mujeres). Con un poco más de tiempo, los afortunados evolucionamos a padres o madres. Luego, un buen día quizá nos convierten en suegros. Quizá la máxima alegría sea verse encumbrados a la categoría de abuelos. Pocos, los más longevos, hasta pueden ser distinguidos como bisabuelos. Muy pocos, alcanzan el máximo honor de ser tatarabuelos,.. La familia lo es todo...

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/familiares.DOC

Andanzas de hijos

©Mikel AgirregabiriaCuando conviene, los hijos vienen; luego provienen, sobrevienen, devienen, intervienen, hasta que se van, andan y, finalmente, mandan.

Dicen que la educación es algo que recibimos de nuestros padres cuando nos mandan a la universidad, pero no estará completa mientras no mandemos allí a nuestros propios hijos. Algunos ya hemos completado el ciclo, y este curso tenemos a todos los hijos estudiando fuera. Estamos otra vez solos, de “novios”, Carmen y yo. Y entonces piensas en las idas y venidas de los hijos.

Al principio no sabes si vendrán. Luego, te piensas si conviene que vengan. Fácilmente convienes que ojalá vengan. Y vienen… Al principio, de niños van y vienen siempre contigo. Pronto te preguntan de dónde han venido. Enseguida te discuten la hora a la que han de venir. Después se niegan a decir a dónde van y a qué hora vendrán. Luego se van de vacaciones, pero te vienen con sus problemas. Más tarde dicen que quieren irse, pero que no pueden y han de venirse. A veces hasta se van, pero vuelven rápidamente. Después de muchas idas y venidas ya se van, mas pronto te vienen con nietos y el círculo vuelve a rodar.

Que no nos falten las andanzas y las mudanzas de los hijos, quienes comienzan a escasear. Porque los hijos son la mejor prueba de que la vida camina. Y la vida es acción. Y la acción básica es el movimiento, que se demuestra andando. Vamos que esta vida es de venida e ida.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/andanzas.htm

Te recuerdo joven

Un consejo para la juventud, quizá en desacuerdo con la tendencia actual, sobre la conveniencia de hallar pronto el amor.
 

Hace unos días, conversando con una familiar con padres nonagenarios, discrepábamos sobre cómo recordamos a nuestros mayores. Ella se lamentaba de la última etapa vital, ahora tan extendida y -en muchas ocasiones- con dependencia total durante muchos años. Concluía que uno de los peores efectos es que terminamos recordando a nuestros antecesores sólo en su última fase, olvidando cómo eran de jóvenes o en su madurez. 

Para alguien como yo, que perdió a su madre siendo un niño, el desacuerdo no podía ser mayor. Ciertamente que con nuestros abuelos o bisabuelos, a quienes sólo hemos conocido en su ancianidad, su memoria nos evoca únicamente sus últimos años. Pero de mis padres, recuerdo con precisión todo el recorrido que he podido compartir con ellos, desde que mis dos hermanos y yo éramos niños. De todas las reminiscencias paternas me quedo con una de las más tempranas, cuando nos cobijábamos bajo su amplia gabardina al caminar bajo la lluvia hacia la parada del trolebús número 4 en el Arenal bilbaíno. De las remembranzas maternas, prefiero aquélla de cuando, siendo muy pequeños, nos llevaba de la mano desde nuestra casa en Indautxu al Colegio de los Escolapios. 

Ahora, para nuestros hijos jóvenes saliendo de la adolescencia, el consejo de mi esposa Carmen y el mío propio es que encuentren a su amor definitivo lo antes posible, para convivir desde sus mejores edades con la persona que elijan. Anoche, cuando nos quedamos “de novios” por unas horas sin hijos, al despedirse el menor para ir a estudiar lejos y esperar a su hermana que venía de trabajar en el extranjero, nos sorprendió una exuberante tormenta nocturna a las tres de la madrugada. Carmen y yo salimos a recoger los enseres del patio, y nos quedamos a sentir el efecto del aguacero. La observé, mientras ella miraba por una ventana enrejada, y vi exactamente a la misma muchacha de 18 años que era cuando la conocí, a pesar de que median 32 años desde aquel verano. 

Ella me devolvió la mirada, con la misma complicidad y el mismo encanto. No sé cuánto más viviremos, no sé cómo seremos cuando uno de los dos muera; sólo sé que ella para mí siempre será la misma chica que encontré allá por 1973 en San Miguel de Basauri, la misma con la que me casé en agosto del 1977 cuando sólo éramos dos jóvenes de 22 (ella) y 24 años, y la misma que era cuando tuvimos a nuestros hijos. Te recuerdo joven, Carmen; siempre, porque no ha cambiado nuestro amor. 

Y a ti, lector o lectora, joven o no tan joven, te recuerdo que la felicidad está construida con dulces recuerdos y bellas esperanzas. Que nunca te falten ni unas, ni otros. Además, Unamuno advertía que “con maderas de recuerdos armamos las esperanzas”. Este verano (re)encuentra a tu amor o, al menos, colecciona recuerdos felices y construye grandes esperanzas, que son la base del equilibrio personal y la pértiga para superar las dificultades presentes y futuras.

La espera del amor

El amor es un espectacular espejismo, un especial espejo de espectros en esperanzada espera.

Desde antes de conocernos ya nos estuvimos esperando. Esperábamos que un día apareciera la otra persona, y mientras yo te esperaba tú me aguardabas. Un día nos encontramos y comenzaron nuestras sincronizadas esperas.

¡Cuántas horas de espera hubimos de observar! ¡Cuántos suspiros simultáneos, cuántas inquietas miradas al reloj o al calendario a la espera de nuestro siguiente encuentro y con el recuerdo de la anterior cita!

Hubimos de esperar para ser novios. Para encontrar trabajo. Para casarnos. Para disponer de casa. Para concebir nuestra primera hija, nueve meses imaginando cómo sería. Esperamos nuestro segundo hijo, otros nueve meses de preparación. Esperamos que creciesen, que estudiasen, y seguimos esperando que algún día se casen y quizá a nuevas esperas de futuros nietos.

Con las esperas nuestras impaciencias se fueron transmutando. Nos enseñamos a esperar… Las esperas nos hicieron valorar el tiempo que pasamos juntos, las horas que estamos cerca el uno del otro. La espera es por sí misma una felicidad. En las esperas se centuplica toda la imagen de quien también nos aguarda.

El amor es… espera, es buscar un rato para compartir, es encontrar un tiempo para vivir en compañía. El amor es soñar y disfrutar, es acercarse y tomarse de la mano. Es sorprenderse cada vez de la misma persona que amamos y nos ama desde hace mucho tiempo. Amar es esperar para acompañarse nuevamente. El amor es aprender a estar cerca, muy cerca, y sobrellevar el estar lejos esperando con la misma certeza de una común y fiel espera.

Como novios

Las peripecias de un padre que creyó poder olvidarse de los hijos.

Tras ejercer todo un año, en realidad casi una vida, en las fatigosas funciones de padre, educador, colega, amigo, vasco y pacifista, todo ello con gran dedicación aunque escaso éxito, decides tomarte unos días de vacaciones con la "parienta". Descansar es cambiar de rutina, así que te alejas mil kilómetros, te rodeas de vecinos noruegos, y cambias algunos parámetros vitales: ralentizas Internet desde el cable-módem al módem de 56 Kb, retrasas el horario general en tres horas, duermes diariamente el doble siesta incluida, elevas el termostato de temperatura exterior en 10 grados y adoptas preferentemente la posición horizontal. Por cierto, dado que se puede estar 20 horas diarias tumbado o flotando y que el Imperio Romano descubrió el modo de comer reclinado, ¿cómo es posible que el Imperio Microsoft no haya inventado un modo cómodo de navegar por la red en posición tendida?

Tras pegarte una paliza de viaje, acondicionamiento y aprovisionamiento en tu destino vacacional, llega el día en el que puedes embadurnarte de bronceador y antimosquitos para abrazar a tu "cosa más querida": la tumbona. Con el tributo de haber comprado una exitosa serie de libros policíacos a tu mujer para que se entretenga sin encomendarte fastidiosos trabajos domésticos, al fin crees que ha llegado tu momento de sosiego anual. Con tu música seleccionada durante un interminable curso, te recuestas y mirando al cielo azul te pones… a pensar, si te lo permiten la somnolencia ascendente y el infalible ruido de múltiples charangas externas.

Por un instante, parece que todo está en relativo orden. La familia está bien de salud, la ruina económica no es inminente y, con estos calzones inmensos, hasta las gorduras conyugales parecen despistarse. Tu media naranja está a tu lado, extrañamente silenciosa abstraída en sus lecturas, y crees que ésta puede ser la semana feliz, ésa que encadenarías para vivirla repetidamente como una cinta continua. Los hijos, esos seres queridos que desde que nacieron no han dejado de darte alegrías y preocupaciones, parecen que están perfectamente en sus lejanos destinos, según hemos constatado reiteradas veces por teléfono, SMS y e-mail.

¡Como novios!, nos dicen que estamos otros progenitores con confesada envidia. Porque hoy día parece que el mundo está al revés. Los novios quieren vivir como casados y los casados, tras criar hijos, anhelan la vida de novios. Incluso el mes de julio está organizado para enviar los hijos al extranjero, mediante oportunas becas o afanosos ahorros, y con un poco de suerte un matrimonio puede veranear unos días sin la prole.

Las madres, ya se sabe, son gallinas cluecas que no pueden olvidar a sus hijos. Pero los padres vamos de gallitos, y decimos que la perfección familiar reside en hijos lejanos y esposas mimosas. Y entonces, desparramado en esta tumbona que debiera ser el monumento mundial a la reflexión, comprendes que añoras a tus hijos, que quisieras tenerlos a tu lado para abrazarles y seguir regañándoles, aconsejándoles y, sobre todo, escuchándoles y reviviendo la existencia a través de sus ojos. Creo que, sin reconocerlo jamás, animaré a Carmen a que llame otra vez a nuestros hijos. Sólo para que se tranquilice ella, que quede claro.

Quizá algún día

La muerte no nos roba los seres amados, sino que los inmortaliza en el recuerdo. En vida sí que los perdemos en muchas ocasiones.

Frecuentemente nos prometemos a nosotros mismos que algún día haremos una escapada con nuestra pareja como cuando éramos novios; algún día nos reuniremos con toda la familia que hace tiempo que no vemos; algún día invitaremos a algún viejo amigo que tenemos casi olvidado; algún día visitaremos esos rincones y gentes con quienes pasamos la infancia; quizás algún día…

Prometí a mi tío Txomin que “algún día” pasaría por su casa para recopilar algunos de sus innumerables dibujos (como el de la cueva del Gorbea), historias, recuerdos y vivencias que atesoraba como patriarca superviviente de nuestra extensa familia. Ya no podré cumplir mi palabra: Hace una hora me han comunicado su fallecimiento. Desde el duelo por su insustituible ausencia, vislumbro su última lección, remitida desde el más allá y esbozada con la misma maestría que guiaba su alma de artista. Claramente nos muestra un camino de compromiso inapelable y urgente para acometer esos temas pendientes, que pueden parecer menores pero que dan todo su significado a la vida.

No retrasemos las ocasiones felices y los encuentros con los seres queridos. Ya es tiempo de comprender que cada jornada, cada mañana, cada tarde y cada noche son irrepetibles. “In memoriam de Txomin Agirregabiria (12-5-2004).”

Desdichados divorciados

Otro día hablaremos de las divorciadas, lo que compensará sobradamente a las y los feministas, pero hoy comencemos con sus ex maridos. En tono de humor, pero verídico como la vida misma, relatemos un caso muy próximo. Se trató de una separación amistosa, tras muchos años de matrimonio en común. El reparto de bienes fue simple, pues poseían dos viviendas y dos coches. Para no discutir innecesariamente sobre para quién sería el piso más grande o el mejor coche, ella se quedó con todo. El contenido de los inmuebles se repartió más equilibradamente, él se quedó con todo lo que estaba fuera y ella con todo lo de dentro, incluidos los dos ordenadores porque estaban en red y los dos móviles para que todos supiésemos quién iba a contestar cuando llamásemos. Para compensar un poco, ella retuvo así mismo la descendencia, si bien él debía pasarle una jugosa pensión y ocuparse de su cuidado cuando a ella le conviniese.

Obviamente, hay que considerar las circunstancias concretas. Ella fue la que le sorprendió diciéndole que quería una familia más numerosa, a lo que él se opuso,… cuando se enteró que se refería a nuevos maridos. Quizá ella no le pidió divorciarse en el mejor momento, cuando sólo trabajaba ella y él estaba en el paro. También es cierto que ella fue quien le propuso hacerse novios y casarse, si bien entonces sólo él disponía de un buen empleo que le permitió acumular el patrimonio que luego se repartieron tan equitativamente. El lazo del divorcio es el más indisoluble…

El sino fatídico de los divorciados no acaba ahí. Están destinados vagar hasta emparejarse o reincidir con divorciadas, para terminar educando hijos ajenos mientras pierden los propios, quienes se convierten en huérfanos de padres vivos. Existe una depresión psicológica padecida por los padres divorciados por no disfrutar de la cotidianeidad de la vida paterno-filial que ha sido denominada "Síndrome de Ausencia Involuntaria de los Hijos". Según los sondeos bianuales del Eurobarómetro, entre los que no viven en pareja, los divorciados son estadísticamente los más infelices, seguidos por viudas y viudos, siendo los que nunca se han casado son los más dichosos de esta categoría, aunque claramente menos felices que los emparejados. ¿La solución al divorcio? Hasta el momento, sólo se han descubierto medidas preventivas, como casarse adecuadamente con la persona idónea… en el primer matrimonio.

El amor es cosa de dos

Los periódicos recogen lo anómalo, lo monstruoso de la sociedad, porque las buenas noticias no venden. Asistimos al cruento descubrimiento diario de agresiones entre cónyuges. Hasta Marie Trintignant, la actriz hija del mítico actor francés, ha perdido la vida a los 41 años a manos de su compañero sentimental, un famoso roquero que le propinó una brutal paliza. En apenas unos meses de 2003 ya son 57 las mujeres asesinadas en España por la violencia doméstica. Son datos horripilantes, que requieren medidas urgentes, algunas de naturaleza educativa predicando la igualdad de género desde la más tierna infancia.

Pero todo esto no debe hacernos olvidar la noticia imposible por sobreabundante: el cotidiano amor de pareja que millones y millones de personas se profesan en todo el planeta. En cada segundo se producen miríadas de actos de amor, de cariño, de afecto. Estamos tan habituados a contemplarlos, que casi nunca los reconocemos como tales. Algunos son muy obvios, entre novios o entre madre e hijo. Pero existen muchos más.

Hoy, comiendo en familia, de vacaciones y lejos de casa, mi hijo pequeño (ya un joven consciente de detalles como éste) nos ha contado algo de los abuelos que le sorprendió durante este pasado curso, tras comer regularmente con ellos los lunes por razones de organización escolar. La abuela le preparaba su plato favorito: alubias con morcilla, chorizo, tocino,… Mis octogenarios suegros, que gozan de excelente salud, programan meticulosamente sus comidas y cuidan hasta los menores detalles de toda su alimentación. Pero cada lunes, el nieto observa que la abuela, magnífica cocinera, siempre le pregunta al abuelo si quiere los "sacramentos" (los aditamentos de morcilla,…) junto a las alubias o por separado. Todos sabemos sobradamente que el abuelo le dirá que primero comerá las legumbres y luego la carne, porque así lo ha querido indefectiblemente durante más de 50 años de convivencia. Pero la abuela se lo pregunta cada lunes, y ése nos pareció un insuperable acto de amor que jamás será noticia de prensa.

La gran aventura irreversible

El estado natural y universal es el de ser hijos. Todos nacemos como hijos, y todos somos hijos. Al igual que ser alumnos: todos debemos serlo durante los primeros años de existencia por obligación insoslayable. Por el contrario, es complemente opcional la elección de “Ser Padres”, o la vocación de “Ser Educadores”. Según parece, para muchos modernos librepensadores estos deseos son, simplemente, equivocaciones en las que hemos caído algunos, y que ellos tratan de evitar preventivamente. No se explican por qué preferimos estas arriesgadas alternativas que no traen más que complicaciones.

Es cierto que los solteros, en forma de parejas, compañeros, amigos o novios perpetuos, pueden visitar los cinco continentes haciendo turismo hasta agotar el planisferio. Pero si se es verdaderamente audaz, no existe aventura más trepidante que sea comparable a la de la paternidad o la maternidad. Ser padre o madre significa sumergirse en las fosas de las Marianas y ascender al Everest cada día; recorrer la muralla china de obstáculos cada semana; sortear los rápidos del cañón del Colorado en un slalom para llegar a fin mes; experimentar el frío de los polos y el calor del desierto cada año; volar en globo pinchado con los niños chillando, y circunnavegar los cinco océanos en chalupa a remo para pareja con vástagos dando la vuelta al mundo en ochenta… mil plazos. Se aprenden extraños idiomas y se conocen culturas y costumbres exóticas: las de los hijos, amigos y novias adolescentes… Se degustan (e incluso se cocinan) insólitas comidas y se embriaga uno con olores inimaginables (e inolvidables desgraciadamente). Se obtiene un voluminoso álbum de fotografías con el que atormentar a los conocidos. Se viven experiencias imperecederas, en circunstancias imprevistas, que ponen a prueba la capacidad de resistencia y la imaginación creativa. Y todo para sobrevivir a través de los hijos, cumplir un año más con ellos, llegar a conocer a los nietos, con los que sí se debe disfrutar de un modo decididamente ventajoso, y pasar a mejor vida, momento en el que, ¡por fin!, se conocerá lo que son las vacaciones.

Si además los padres o madres son profesores, que es una forma light de paternidad (¡o hard si se trata de la ESO durante 20, 30 o 40 años!), podrán optar al libro Guinness en la inexistente sección de anónimos héroes desconocidos. Pero siempre nos quedarán los hijos, los nietos, los alumnos… a quienes contarles nuestros ideales y nuestros sueños.