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Hierro: El color de un pueblo, o el color de un puente

Hierro: El color de un pueblo, o el color de un puente
Imagen del minutaje 58:43, casi al final de la conferencia. Post previo relacionado de 10 años antes: El Puente Colgante cambiará de color.

ZIENTZIA ASTEA 2020 - Grabación completa de la Hitzaldia/Conferencia - 
Hierro: El color de un pueblo por Oskar González Mendia, @Oskar_KimikArte.

A través un un DM (Mensaje Directo) de Twitter recibimos tanto la noticia de esta magnífica conferencia Hierro: El color de un pueblo dentro de la Semana de la Ciencia y Tecnología por parte de su ponente:  Oskar González Mendía, @Oskar_KimikArte. Ha sido el 4-11-20 y sigue un resumen de su convocatoria.

"Si hay un material vinculado con la Ría del Nervión ese es el hierro. Desde las minas de la Arboleda hasta el Puente Colgante, pasando por los Astilleros de Sestao o los Altos Hornos de Vizcaya, fue el gran motor del proceso de industrialización. Pero el hierro es mucho más que carretas repletas de mineral y fundiciones al rojo vivo. Este elemento químico resultó imprescindible para que nuestros ancestros dejasen su huella en las cuevas de Santimamiñe o para que la escuela de escultura vasca despegase la segunda mitad del s. XX. La historia del hierro es la historia del arte. En esta conferencia haremos un recorrido por los diferentes usos de este metal en pigmentos, cerámica, estatuas, arquitectura y, por supuesto, patrimonio industrial".


Ponente:  Oskar González Mendia, doctor en Química, profesor de las facultades de Ciencia y Tecnología y Bellas Artes de la UPV/EHU y divulgador científico. Día: Miércoles, 4 de noviembre. Hora: 19:00. Lugar: Auditorium del Centro Cívico Clara Campoamor.

Nuevo color del Puente Colgante 
Imagen de noviembre de 2010, cuando fue pintado con el nuevo color el Puente Colgante.

La preferencia ciudadana hace diez años para repintar el Puente Colgante se fue hacia el 'Vena Roja Hematites Somorrostro' con el 40,7% de los votos, casi empatado con el tinte acaramelado 'Blenda Triano', con el 39,8% -quizá por su cercanía en color con la Torre Eiffel- y en última posición se situó el 'Campanil de Gallarta" con el 19,5%. Las razones de la transformación fueron técnicas. El color negro es demasiado absorbente de la radiación solar y provoca una dilatación en verano que se pretende reducir.

Inauguración en Bilbao de la XIV Zientzia Astea 2014

Entre las imágenes hay varios  selfies para el Concurso de Selfies.

Hoy, miércoles 5 de noviembre, a las 11:00, en el atrio de AlhóndigaBilbao (plaza Arriquibar 4, Bilbao), se ha celebrado el acto de inauguración de la decimocuarta edición de la Zientzia Astea, la Semana de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación organizada por la UPV/EHU, que estará abierta del 5 al 9 de noviembre en Bilbao, y del 6 al 9 en San Sebastián y Vitoria-Gasteiz.

La Zientzia Astea es un evento de carácter lúdico y pedagógico, dirigido a todos los públicos, que tiene como objetivo atraer a la sociedad vasca hacia el mundo científico y tecnológico, derribando los recelos y miedos que estas materias suelen suscitar. En esta edición, la oferta de la Zientzia Astea estará compuesta por 38 stands, 22 talleres y 16 excursiones.

Lista de reproducción con tres vídeos: Una visita rápida y el acto de inauguración.

El programa se completará con un espectáculo científico (se celebrarán actuaciones en las tres capitales), dos concursos de fotografía y la exposición "Alfabetización científica", compuesta de cincuenta piezas tipográficas que recogen 50 citas célebres sobre la ciencia (ver algunas en estas imágenes). En el acto de inauguración ha participado: Iñaki Goirizelaia, rector de la UPV/EHU ,Itziar Alkorta, viceconsejera de Universidades e Investigación del Gobierno Vasco, José Luis Sabas, teniente alcalde del Ayuntamiento de Bilbao y Fernando Plazaola, vicerrector de Investigación de la UPV/EHU (a quienes se pueden ver en los vídeos).

Hashtag: #zientziaastea14.

Topaketa, Fiesta Educativa de Herrigune Leioa


Leioa es un municipio educativo, y no sólo por albergar el Campus de Leioa de la UPV-EHU. La próxima semana Leioa organizará diferentes actividades en la calle para reivindicar y celebrar que es una Ciudad Educativa. Topaketa, que tendrá lugar del 2 al 8 de mayo de 2013, contará con charlas, talleres, conciertos y demás actividades dirigidas a todos los y las leioaztarras.

Leioa  lleva 12 años trabajando en el proyecto Herrigune Leioa, que impulsa esa dinámica pareja formada por Eukene Fernández y Pedro Blanco de SOLASGUNE, para poder convertirse en Ciudad Educativa. Y para celebrar esta larga trayectoria se ha editado un monográfico especial sobre las actividades realizadas durante estos años, en el que también se incluye la programación prevista para los próximos días.

En esta ocasión,
Leioa cuenta con la participación activa de la Escuela Universitaria de Magisterio de Bilbao de la UPV-EHU, quien ha colaborado para, entre otras cosas, poder contar con la charla del reputado psicopedagogo Francesco Tonucci, creador del libro “La Ciudad de los niños”, pilar de la filosofía de Ciudad Educativa.

Entre las variadas ofertas en la programación de esta semana educativa (con el sábado 4 de mayo como día central) en el centro de
Leioa, destacan actividades como Zientzia Kalera (La Ciencia en la calle),... Anímate y participa en las variadas actividades de Topaketa... Prometemos, por nuestra parte, acercarnos y contar lo que podamos disfrutar.

Toda la información actualizada en topaketa.org.

Un milagro por televisión, en directo

Esta tarde hemos perdido la oportunidad de ofrecer una doble curación milagrosa en directo y por televisión. Ha sido en el programa "Ni más, ni menos", el magazine televisivo que conduce Klaudio Landa en las tardes de ETB-2. Se puede ver arriba, a partir del minuto 1:18:00 en la grabación de "ETB a la carta".

El debate trataba de la peligrosidad o no de la Wi-Fi y otras ondas electromagnéticas como las que permiten la telefonía móvil. Hemos expuesto las razones, y los argumentos que prueban que no hay pruebas que establezcan una relación causa-efecto con ninguna enfermedad (que no sea mental, por miedo a lo desconocido). Escribiremos un siguiente post ("El wifi no es peligroso") con muchos más detalles y argumentos científicos, pero por el momento os invitamos a ver el programa de 30' de duración.

Hoy no era nuestro mejor día para acudir, por molestias que nos están importunando, pero cuando nos contactaron hace una semana nos propusimos animar a representantes del mundo de la ciencia y la medicina (Colegios Profesionales de Ingenieros, Médicos,...). Al encontrar serias dificultades para que presentasen una visión oficial, hubimos de aceptar a la producción del programa -a título personal- la necesidad de asumir la defensa de la racionalidad.

El formato de estos magazines es moderadamente tumultuoso (bajo la experta dirección de Klaudio Landa ), lo que incomoda a presentar todo lo que merece ser debidamente expuesto. Al final todo parece opinable, lo que no es cierto cuando hablamos de ciencia. En el "circo" de los supuestos "enfermos por hipersensibilidad electromagnética" se insiste en el dolor que les provoca, por ejemplo, la petaca del micrófono inalámbrico" (una pequeña emisora de radio) que cada contertulio llevábamos para transmitir nuestro voz a control del sonido.
Debate sobre Wi-Fi en los centros escolares
Una de nuestras antagonistas afirmó que había de alejar este aparato porque si lo llevase pegado a la espalda le causaría un dolor insoportable. Otro "hiperelectrosensible" hizo lo mismo, al tiempo que medía la intensidad de las radiaciones radioeléctricas de un móvil antes y al tiempo de recibir una llamada.

Tras esta vistosa medida, quisimos proponer otro experimento con curación incluida, pero al no respetarse lo turnos de palabra, no pudimos llevarlo a cabo. Se trataba de mostrar con el "método de doble ciego" cómo se confirman los datos científicos. Simplemente, podíamos solicitar que estos "enfermos imaginarios" corroborasen ese "dolor" que les producía el emisor del micrófono inalámbrico. Después, sin que ellos viesen si estaba encendido o no, que detectasen ese dolor sin el efecto de la propia sugestión que a ellos les afecta. Veríamos en tres o cuatro ocasiones cómo no pueden distinguir si lo llevan activado o no a la espalda. En cinco minutos quedaría demostrado que es un dolor meramente psicológico, por temor, que llegan a somatizar.

En fin, la dinámica de estos debates hace casi imposible romper el ping-pong de pro y en contra, y de nada vale apelar a la autoridad no de tal o cual científico, o médico, sino del método científico en general. Lo lamentable, y al respecto entonamos el mea culpa, es la baja cultura científica de nuestra sociedad, y ello es atribuible a una educación obligatoria que debe mejorar esta competencia científica y a la propia comunidad de investigadores, científicos y médicos que ha de implicarse mucho más en la tarea de divulgar los riesgos reales (y desmitificar los ficticios).
"Ni más, ni menos", programa de Klaudio Landa en ETB-2 (picplz_upload)
Abajo, una imagen del plató previa al coloquio. Fue un placer coincidir con Andoni Beriain, @aberiai, y Juan de la Herrán, @JuanDeLaHerran, y reencontrar a algunos antiguos colegas del centro de Miramón. Post relacionado: "El wifi no es peligroso".

William James Sidis según James Thurber en The New Yorker

¿Dónde están ahora? ¡Día de los inocentes! por James Thurber. The New Yorker, sábado 14 de agosto de 1937, 22-26.

Una tarde nevada de enero de 1910, alrededor de cien profesores y estudiantes avanzados de matemáticas de la Universidad de Harvard se reunieron en una sala de conferencias en Cambridge, Massachusetts, para escuchar a un orador llamado William James Sidis. Nunca antes se había dirigido a una audiencia y al principio se sintió avergonzado y un poco incómodo. Sus oyentes tenían que prestarle mucha atención, porque hablaba con una vocecita que no se escuchaba bien y puntuaba su charla con risas nerviosas y estridentes. Un mechón de cabello rubio le caía sobre la frente y unos penetrantes ojos azules se asomaban desde lo que uno de los presentes describió más tarde como un rostro "parecido a un duendecillo". El orador vestía medias de terciopelo negro. Tenía once años.

A medida que el niño se familiarizó con el tema, su timidez se derritió y llegaron a los oídos de sus oyentes las palabras más notables que jamás habían escuchado de labios de un niño. William James Sidis había elegido como tema de su conferencia "Cuerpos de cuatro dimensiones". Incluso en este selecto grupo de caballeros eruditos, hubo quienes fueron incapaces de seguir todos los procesos del pensamiento del niño. Para los legos que estaban presentes, la cuarta dimensión, como se demostró esa noche, debía de haber encajado perfectamente en su definición coloquial: "un reino especulativo de relaciones incomprensiblemente involucradas". Cuando todo terminó, el distinguido profesor Daniel F. Comstock del Instituto Tecnológico de Massachusetts se sintió impulsado a predecir a los periodistas, que habían escuchado con profundo desconcierto, que el joven Sidis crecería hasta convertirse en un gran matemático, un líder famoso en el mundo. de Ciencia.

William James Sidis, que a la edad de once años apareció en las portadas de los periódicos de todo el país, era un estudiante de Harvard en ese momento. Para explicar cómo llegó allí, debemos mirar a su padre, el fallecido Boris Sidis. Nacido en Kiev en 1868, el padre Sidis llegó a este país, aprendió inglés y fue a Harvard, donde se graduó en 1894. Su especialidad era la rama de la psicoterapia que se ocupa de aliviar las enfermedades nerviosas y los desajustes mediante sugestión mental. Escribió un libro titulado "La psicología de la sugestión" y estaba muy interesado en los experimentos para transmitir la sugestión mediante el estado hipnótico. Creía que en los primeros años el cerebro es mucho más susceptible a las impresiones que en la vejez. Cuando nació su hijo en 1898, nació, por así decirlo, en un laboratorio. Boris Sidis dirigía entonces un instituto psicoterapéutico en Brookline, Massachusetts. Era un admirador y amigo del fallecido William James, y le puso a su hijo el nombre de ese gran psicólogo.

Boris Sidis comenzó sus experimentos con su hijo cuando el pequeño William tenía dos años. Parece que indujo una especie de estado hipnoidal mediante el uso de bloques alfabéticos. Los rápidos resultados que obtuvo deleitaron su mente científica. El niño aprendió a deletrear y leer en unos meses. Al cabo de un año podía escribir tanto en inglés como en francés en la máquina de escribir. A los cinco años había compuesto un tratado de anatomía y había ideado un método para calcular la fecha en que había caído cualquier día de la semana durante los últimos diez mil años. Boris Sidis publicó varios artículos en revistas científicas describiendo los logros de su bebé. A los seis años, el niño fue enviado a una escuela pública de Brookline, donde sorprendió a sus maestros y alarmó a los demás niños al superar siete años de escolarización en seis meses. Cuando tenía ocho años, William propuso una nueva tabla de logaritmos, empleando 12 en lugar del habitual 10 como base. Boris Sidis publicó un libro sobre su increíble hijo, llamado "Filisteo y genio", y entró en Quién es quién en Estados Unidos .

El niño maravilloso tenía nueve años cuando su padre intentó matricularlo en Harvard. Podría haber aprobado los exámenes de ingreso con facilidad, pero las autoridades universitarias, sorprendidas y avergonzadas, no le permitieron realizarlos. Continuó realizando sus maravillas en casa y comenzó a estudiar latín y griego. No le interesaban los juguetes ni ninguno de los placeres normales de los niños pequeños. Los perros le aterrorizaban. "Si veo un perro", le dijo William a alguien en ese momento, "debo huir. Debo esconderme. Me gusta el gato. No puedo jugar, porque mi madre tendría que estar allí todo el tiempo, porque de la posibilidad de que pueda ver un perro." Su principal recreación parece haber sido viajar en tranvía con sus padres. El mayor Sidis le explicó los traslados y le interesó por los nombres de calles y lugares. Incluso antes de cumplir cinco años, William había aprendido a recitar todas las horas y estaciones de un complejo horario ferroviario. De vez en cuando recitaba horarios para los invitados mientras otros niños recitaban rimas de Mamá Ganso o cantaban pequeñas canciones. Quienes lo recuerdan en aquellos años dicen que tenía algo de la intensidad de un adulto neurótico.

En 1908, a la edad de diez años, a William James Sidis se le permitió matricularse en Tufts College, en Medford. Viajaba diariamente desde Brookline con su madre, quien estaba tan interesada en su fenomenal desarrollo mental como su padre. Siempre iban y venían de la universidad en tranvía. El joven asistió a Tufts durante un año y finalmente, en 1909, cuando tenía once años, Harvard le permitió matricularse allí como estudiante especial. Se matriculó como estudiante de primer año al año siguiente, y así se convirtió en miembro de la promoción de 1914. Cotton Mather, en 1674, se había convertido en estudiante de primer año de Harvard a la edad de doce años, y probablemente debido a este distinguido precedente, William Sidis se le permitió matricularse a esa misma edad. Era una fuente de asombro para sus compañeros de estudios y para el profesorado; algunos de los periódicos asignaron periodistas para cubrir "el caso Sidis".

Se pierde en el registro cómo se convenció a William para hablar ante los eruditos eruditos en enero de su primer año en Harvard, pero se sabe que mostró un gran interés en escuchar las conferencias de otros y se unió fácilmente a las discusiones grupales sobre metafísica. En su tiempo libre empezó a componer dos gramáticas, una latina y otra griega. Sin embargo, la presión de sus estudios y su repentina fama comenzaron a hacerle efecto, y no pasó mucho tiempo después de su notable discurso cuando sufrió un colapso general. 

Su padre dirigía un sanatorio en Portsmouth, New Hampshire, en ese momento, y William fue trasladado allí de urgencia. Cuando finalmente regresó a Harvard, estaba retraído y tímido; no se le pudo persuadir para que volviera a dar una conferencia; Comenzó a mostrar una marcada desconfianza hacia la gente, miedo a la responsabilidad y una inadaptación general a su vida anormal. No se relacionaba mucho con los estudiantes y huía de los periodistas, pero estos lo arrinconaron, por supuesto, el día de su graduación como Licenciado en Artes en 1914. Tenía dieciséis años. Entonces vestía pantalones largos y se enfrentaba a los periodistas que bajaban al Yard con menos sensación de vergüenza que cuando era un niño con bragas. Pero en él se habían desarrollado claras fobias. "Quiero vivir la vida perfecta", dijo William a los periodistas. "La única manera de vivir la vida perfecta es vivirla en reclusión. Siempre he odiado las multitudes". Por "multitudes" no fue difícil leer "gente". Entre los que se graduaron con William James Sidis ese día se encontraban Julius Spencer Morgan; Gilbert Seldes; y Vinton Freedley y Laurence Schwab, los productores de la comedia musical. Los periodistas no les prestaron atención.

A los dieciséis años, William James Sidis era un chico grande y, cuando ingresó en la Facultad de Derecho de Harvard, ya no era la figura incongruente que había sido. Los periódicos tenían poco interés en sus idas y venidas. Asistió discretamente a la facultad de derecho durante tres años y aparentemente fue un estudiante brillante, pero su principal interés eran las matemáticas, y en 1918 aceptó un puesto de profesor en una universidad de Texas. Su fama le precedió, pero incluso si no lo hubiera sido, la extrema juventud de este profesor de matemáticas habría sido suficiente para convertirlo en una curiosidad. Se encontró en el centro de un interés que le molestaba y le consternaba. De repente renunció a su puesto y regresó amarga y silenciosamente a Boston, donde vivió en la oscuridad durante algunos meses.

Fue el 1 de mayo de 1919 cuando el nombre del joven Sidis volvió a ocupar las primeras planas de los periódicos. Con una veintena de jóvenes más, participó en una manifestación comunista en Roxbury y fue llevado ante el tribunal municipal como uno de los cabecillas del grupo y, de hecho, el mismo individuo que había portado la horrible bandera roja en su desfile. En el estrado de los testigos, Sidis demostró ser más franco y sincero que discreto. Anunció ante un tribunal estupefacto que para él no había más dios que la evolución; Cuando se le preguntó si creía en lo que representa la bandera estadounidense, dijo que sólo hasta cierto punto. En un momento dado, para instrucciones del magistrado, se lanzó a explicar la forma de gobierno soviética. Su inclinación marxista se había desarrollado durante un período de varios años. Cuando los Estados Unidos entraron en la guerra, se declaró objetor de conciencia y en varias ocasiones expresó la opinión de que los problemas del mundo eran causados ​​por el capitalismo. Un policía que había ayudado a disolver el desfile de los radicales identificó a Sidis como el hombre que llevaba la bandera roja. El oficial dijo que le había preguntado a Sidis por qué no llevaba la bandera estadounidense, y que Sidis respondió: "¡Al diablo con la bandera estadounidense!". Al regresar al estrado, el famoso prodigio negó vehementemente haber hablado alguna vez con el testigo y haber dicho alguna vez a nadie: "¡Al diablo con la bandera estadounidense!" Repitió que se oponía a la guerra y que creía en una forma de gobierno socializada. Después de una pausa, anunció que, en realidad, había llevado una bandera estadounidense, tras lo cual, ante el asombro de la sala del tribunal, sacó una bandera estadounidense en miniatura de su bolsillo. Fue condenado a dieciocho meses de cárcel por incitación a disturbios y agresión. Apeló y, mientras estaba en libertad bajo fianza de 5.000 dólares, desapareció del estado en el que había sorprendido a profesores eruditos y a policías patrióticos. Marcó el comienzo de un nuevo y curioso modo de vida para el joven.

Durante los cinco años siguientes, William James Sidis parece haber logrado la "vida perfecta" de la que había hablado el día de su graduación: la vida de reclusión. Aparentemente vagaba de ciudad en ciudad, trabajando como empleado, o en alguna otra función menor, por un salario que sólo le permitía subsistir. En 1924 volvió a aparecer en las noticias cuando un periodista lo encontró trabajando en una oficina en Wall Street, por veintitrés dólares a la semana. Estaba consternado al ser descubierto. Dijo que todo lo que quería era ganar lo suficiente para vivir y trabajar en algo que requiriera un mínimo de esfuerzo mental. Los últimos periodistas que bajaron a su oficina para entrevistarlo no lograron verlo. Había dejado su trabajo y había vuelto a desaparecer.

Dos años más tarde, en 1926, Dorrance & Company, una editorial de Filadelfia que imprime libros "vanidosos", es decir, libros publicados a expensas de los autores, publicó un volumen llamado " Notas sobre la colección de transferencias". Fue escrito por un tal Frank Folupa. Frank Folupa, según descubrió un periodista despiadadamente ingenioso, no era otro que William James Sidis. Nuevamente lo atropellaron y lo entrevistaron. Anunció que durante mucho tiempo había sido un "peridromófilo", es decir, un coleccionista de transferencias de tranvía. Él mismo había acuñado la palabra. Su libro (ahora agotado) tenía trescientas páginas y era un tratado erudito y laborioso sobre el origen, la naturaleza y la clasificación de nada más y nada menos que los trozos de papel que los conductores de tranvía entregan a los pasajeros cuando solicitan transbordos. Muchos psicólogos y analistas deben haber estado interesados ​​al leer en los artículos que el genio del niño precoz que había asombrado al mundo académico dieciséis años antes había florecido de esta manera extraña. El libro es digno de examen. Sidis escribió un prefacio al volumen, que comenzaba así: "Este libro es una descripción de lo que es, hasta donde sabe el autor, un nuevo tipo de pasatiempo, pero que a primera vista parece tan razonable como , tan interesante y tan instructivo como cualquier otro tipo de colección de moda. Esta es la colección de transferencias de tranvías y formas afines. El propio autor ya ha recopilado más de 1600 formas de este tipo." El prefacio revela, en otro lugar, que el autor no carecía de cierto humor. "Podemos mencionar", decía, "el interés geográfico y topográfico, tanto en la exploración como en el análisis de las transferencias mismas. También están las interesantes luces que una colección de este tipo arroja sobre la política en la que necesariamente están involucradas las empresas de tránsito". ; aunque difícilmente recomendamos que este interés político se lleve lo suficientemente lejos como para inducir al coleccionista a tomar partido en tales disputas. Y nuevamente: "Uno puede encontrar mucha diversión con las transferencias: se dice que un estudiante de la Universidad de Harvard se encontró en una calle coche y, deseando un viaje extra, le pidió al revisor un transbordo. Cuando se le preguntó "¿A dónde?" "En cualquier lugar", dijo. El conductor le guiñó un ojo y dijo: "Está bien". Te transferiré a Waverly. Posteriormente se rieron del estudiante cuando contó la historia y se le informó que el asilo para débiles mentales estaba ubicado en Waverly ". Sidis también incluyó en su prefacio algunos versos que había escrito cuando tenía catorce años. Comienzan:

Desde los trenes subterráneos en Central, se toma un transbordo y se va a Allston o Brighton o a Somerville, ya sabes; En los automóviles desde Brighton, haga transbordo al metro de Cambridge este y tome un tren hasta Park Street o Kendall Square, al menos.

"Conocemos", concluye el autor, "a alguien a quien realmente le ayudó a tomar el camino correcto al recordar un fragmento de uno de estos versos". El libro analiza todo tipo de transferencias: tipos estándar, tipo Ham, tipo Pope, tipo Smith, tipo Moran, transferencias Franklin Rapid, transferencias Stedman. De este último (para darle una idea), el Sr. Sidis escribió: "Transferencias Stedman: esta clasificación se refiere a un tipo peculiar elaborado por cierta imprenta de transferencias en Rochester, Nueva York. Las peculiaridades de la transferencia Stedman típica son el límite de tiempo tabular. ocupando todo el extremo derecho de la transferencia (ver Diagrama en la Sección 47) y la combinación de fila y columna de ruta de recepción (u otras condiciones de recepción) con el medio día que ya hemos discutido en detalle".

Un año después de la publicación de su libro (al parecer sólo se vendió a unos pocos peridromófilos más), Sidis regresó a la ciudad de Nueva York y volvió a conseguir un trabajo como empleado en una empresa comercial. A su habilidad y experiencia en el trabajo de oficina en general, el genio matemático había añadido ahora, irónicamente, la capacidad de operar una máquina sumadora con gran velocidad y precisión, y le gustaba alardear de este logro. Vivía en 112 West 119th Street, donde se hizo amigo de Harry Freedman, el propietario, y su hermana, la señora Schlectien. Sidis ya no está con ellos y no te dirán adónde ha ido, pero te reenviarán cualquier correo que llegue por él. Aprecian al joven y aprecian su deseo de evitar la publicidad. "Tenía una especie de amargura crónica, como mucha gente que ves viviendo en habitaciones amuebladas", dijo recientemente Freedman a un investigador de la curiosa historia de William James Sidis. Sidis solía sentarse en un viejo sofá en la sala de estar de Freedman y hablar con él y su hermana. Sidis les dijo que odiaba Harvard y que cualquiera que enviara a su hijo a la universidad es un tonto: un niño puede aprender más en una biblioteca pública. Con frecuencia hablaba de su pasión por coleccionar transfers. "Él puede decirle cómo llegar a cualquier calle de cualquier ciudad de los Estados Unidos con un solo billete de tranvía", dijo el Sr. Freedman con asombro y admiración. Parece que Sidis mantiene correspondencia con peridromófilos en varias otras ciudades y de esta manera se mantiene al día con la situación del tranvía y los transbordos. Una vez, el joven bajó de su habitación un manuscrito en el que estaba trabajando y le pidió a la señora Schlectien si podía leerle "algunos capítulos". Dijo que resultó ser un libro del tipo "Buck Rogers", sobre aventuras en un mundo futuro de maravillosos inventos. Ella dijo que estaba genial.

William James Sidis vive hoy, a la edad de treinta y nueve años, en un dormitorio del destartalado extremo sur de Boston. Por una fotografía de él y de sus actividades, este disco está en deuda con una joven que recientemente logró entrevistarlo allí. Lo encontró en una pequeña habitación empapelada con el diseño de enormes flores rosadas, considerablemente descoloridas. Había una cama grande y desordenada y un enorme baúl medio abierto. En una pared colgaba un mapa de Estados Unidos. Sobre una mesa junto a la puerta había un paquete de transferencias de tranvía cuidadosamente unidas con un elástico. Sobre una cómoda había dos fotografías, una (sorprendentemente) de Sidis como el niño genio, la otra una chica de rostro dulce con gafas con montura de concha y un elaborado saludo de Marcel. También había un escritorio con una pequeña y antigua máquina de escribir, un Almanaque Mundial , un diccionario, algunos libros de referencia y un libro de la biblioteca que el visitante del joven recogió en un momento dado. "Oh, vaya", dijo Sidis, "esa es sólo una de esas historias de delincuentes". Dirigió su atención hacia la pequeña máquina de escribir. "Puedes cogerlo con un dedo", dijo, y así lo hizo.

William Sidis, de treinta y nueve años, es un hombre corpulento y corpulento, con una mandíbula prominente, un cuello grueso y un bigote rojizo. Su cabello claro cae sobre su frente como lo hizo la noche que dio una conferencia a los profesores en Cambridge. Sus ojos tienen una expresión que varía desde la ingeniosa hasta la cautelosa. Cuando es cauteloso, tiene una especie de dignidad incongruente que de repente se rompe en el alegre abandono de un niño de vacaciones. Parece tener dificultades para encontrar las palabras adecuadas para expresarse, pero cuando lo hace, habla rápidamente, asiente bruscamente con la cabeza para enfatizar sus puntos, hace gestos con la mano izquierda y, de vez en cuando, emite una risa curiosa y jadeante. Parece disfrutar mucho e irónicamente de llevar una vida de irresponsabilidad errante después de una infancia de escrupulosa reglamentación. Su visitante encontró en él cierto encanto infantil.

Sidis trabaja ahora, como de costumbre, como empleado en una casa comercial. Dijo que nunca permanece mucho tiempo en una oficina porque sus empleadores y compañeros de trabajo pronto descubren que él es el famoso niño prodigio y que no puede tolerar un puesto después de eso. "La sola visión de una fórmula matemática me enferma físicamente", dijo. "Todo lo que quiero hacer es ejecutar una máquina sumadora, pero no me dejan en paz". Resultó que una vez le ofrecieron un trabajo en la Eastern Massachusetts Street Railway Company. Parece que los funcionarios creían con cariño que el joven mago de alguna manera sería capaz de resolver todos sus problemas técnicos. Cuando se presentó a trabajar, le presentaron un montón de planos, gráficos y documentos llenos de estadísticas. Uno de los funcionarios lo encontró una hora después llorando en medio de todo. Sidis le dijo al hombre que no podía soportar responsabilidades, ni pensamientos complejos, ni cálculos, excepto en una máquina de sumar. Tomó su sombrero y se fue.

Sidis tiene un nuevo interés que le absorbe actualmente más que los traslados en tranvía. Se trata del estudio de ciertos aspectos de la historia de los indios americanos. Da clases a media docena de estudiantes interesados ​​una vez cada dos semanas. Se reúnen en su dormitorio y se acomodan en la cama y en el suelo para escuchar el intenso pero vacilante discurso del otrora prodigio. A Sidis le preocupa principalmente la tribu Okamakammessett, a la que describe como una especie de federación proletaria. Ha escrito algunos folletos sobre la tradición y la historia de Okamakammessett y, si se le solicita adecuadamente, recitará poesía de Okamakammessett e incluso cantará canciones de Okamakammessett. Admitió que su estudio de los Okamakammessetts fue una consecuencia de su interés por el socialismo. Cuando la joven mencionó la manifestación del Primero de Mayo de 1919, miró el retrato de la niña en su cómoda y dijo: "Ella estaba en ella. Era una de las fuerzas rebeldes". Él asintió vigorosamente con la cabeza, como complacido con esa frase: "Yo era el abanderado", prosiguió. "¿Y sabes qué era la bandera? Sólo un trozo de seda roja". Él soltó su risa curiosa. "Seda roja", repitió. No hizo ninguna referencia a la imagen que tenía de sí mismo en los días de su gran fama, pero su entrevistador supo más tarde que en una ocasión, cuando un alumno suyo le preguntó a quemarropa sobre su precocidad infantil e insistió en una demostración de sus habilidades matemáticas. Sidis logró con dificultad expulsarlo de la habitación.

Sidis reveló a su entrevistador que tiene otro trabajo en marcha: un tratado sobre las inundaciones. Le mostró la primera frase: "California ha adquirido considerable fama gracias a su supuesto clima". Parece que estuvo en California hace unos diez años durante sus andanzas. Su visitante se animó, por fin, a mencionar la predicción, hecha por el profesor Comstock del Instituto Tecnológico de Massachusetts allá por 1910, de que el niño que ese año daba una conferencia sobre la cuarta dimensión a una reunión de eruditos crecería hasta Sé un gran matemático, un líder famoso en el mundo de la ciencia. "Es extraño", dijo William James Sidis, con una sonrisa, "pero, ya sabes, nací el Día de los Inocentes".

―Jared L. Manley (James Thurber) 1

1 En Los años con Ross Thurber escribió: "Era uno de los '¿Dónde están ahora?' serie, para la cual hice la reescritura (Grossett & Dunlap, 1957, p. 210)". Pero Jared Manley era el seudónimo de Thurber. "Bernstein escribe: 'A principios de 1936, Thurber comenzó a escribir (en realidad a reescribir, ya que algunos de los mejores reporteros de The New Yorker, como Eugene Kinkead, estaban haciendo la investigación) una serie de perfiles breves y retrospectivos. Bernstein también revela que Jared L. Manley fue un nombre que Thurber improvisó cuando escribió su primer artículo sobre un viejo boxeador basado en las iniciales del boxeador John L. Sullivan y Manley basado en "el arte varonil de la autodefensa".'" — Privacidad, Información y Tecnología.

2 Norbert Weiner, que estaba en la reunión del club de matemáticas, escribió: "El joven Sidis, que entonces tenía once años, era obviamente un niño brillante e interesante. Su interés estaba principalmente en las matemáticas. Recuerdo bien el día en el Club de Matemáticas de Harvard en el que GC Evans, ahora jefe retirado del departamento de matemáticas de la Universidad de California y amigo de toda la vida de Sidis, patrocinó al niño en una charla sobre las figuras regulares de cuatro dimensiones. La charla habría dado crédito a un alumno de primera o segunda dimensión. estudiante de posgrado de cualquier edad, aunque todo el material que contenía era conocido en otros lugares y estaba disponible en la literatura. El tema me lo había hecho familiar EQ Adams, un compañero de mis días en Tufts. Estoy convencido de que Sidis no tenía acceso según las fuentes existentes, y que la charla representó el triunfo de los esfuerzos sin ayuda de un niño muy brillante ( Ex-Prodigy , Simon & Schuster, p. 131 - 132)".


4 Cfr. Siete mitos del fracaso por Dan Mahony: "Las investigaciones muestran que la mayoría de los niños prodigio llevan vidas productivas. Al igual que Sidis".

PDF  Mecanografiando por Bill Paton.

Diálogos sobre innovación, cambio social y liderazgo

La Fundación Sabino Arana ha acogido este sábado, dentro de los actos del Think Gaur Euskadi 2020, a un selecto panel de expertos. Destacan todos sus componentes, comenzando por el Dr. Soumitra Dutta (Presidente de "Europa Innova", dependiente de la Comisión Europea) y el también indio Ranga Rao, director de la Indian School of Business, y completándose con dos figuras locales, Jon Azua (Presidente de e-novating) y Olga Rivera (Catedrática de Organización y Política de empresa de la Universidad de Deusto), moderados por Alfonso Martínez Cearra (Bilbao Metrópoli 30). La síntesis final ha sido a cargo de Xabier Lapitz (Radio Euskadi), y los anfitriones del evento Iñigo Urkullu y Estibaliz Hernaez (coordinadora del área). Ha tenido lugar en la sala Multibox de EITB (Camino de Capuchinos de Basurto, 2. Bilbao).
Primera mini-crónica: Ha sido una mañana deliciosa, degustando grandes e ilusionantes ideas políticas y, simultáneamente, unas creaciones gastronómicas de Josean Martínez Alija, Jefe de Cocina del Restaurante Guggenheim Bilbao. Hoy hemos escuchado y participado en un diálogo abierto en un marco de gran política, de futuro, de integración, de esperanza, apostando por las personas, con la educación como único camino para la innovación. Lo sintetizaría con esa palabra, que no se ha citado aún, de perfecta "polírica". Ha sido un avance de lo que puede ser la "Politika 2.0" porque el mismo anfitrión, Iñigo Urkullu, ha señalado que "escuchar" es la palabra clave para innovar en la política". Entre el selecto público, con figuras de la talla de Josu Jon Imaz, estaba la Presidenta del Parlamento Vasco, Izaskun Bilbao. Ella ha mencionado sucintamente el esfuerzo de innovación para avanzar hacia una democracia más participativa (y no solamente representativa), en ese apasionante reto que debe ser Parlamento 2.0. Hemos twitteado la primera parte, entre foto y foto desde las 10:00 con el iPod touch (lo que no es muy cómodo, pero sí había Internet con la misma clave que la pasada semana con Heziberri, en el mismo escenario pero diferente atrezzo). El resto de intervenciones, de gran interés y proyección será relatado más adelante. Post en elaboración: Continuará editándose.

En Flickr pueden verse: una foto panorámica y otras 45 fotos, más dos breves vídeos adicionales a los incrustados. Otras crónicas: Web oficial de EAJ-PNV con la intervención de Iñigo Urkullu, el blog del mismo Urkullu con un extenso detalle, Igone Porto, Roberto Lopategi (Urtine),...

Dos vídeos que agrupan retazos de intervenciones de los ponentes de la parte inicial, vídeo superior, y del diálogo final.


En apenas una mañana se han vertido centenares de ideas, conceptos, pistas, sugerencias,... desde el estrado y desde las butacas de alrededor. Resulta casi imposible atribuir su autoría en el río de citas y propuestas. Con permiso de sus autores, citemos algunas propuestas, en desorden pero en completa sintonía:
  • Conviene reforzar una identidad propia con un aumento de la diversidad. y no sólo en procedencia geográfica sino en género, edad, origen académico y profesional, niveles laborales en la empresa,... Genial, integrador, solidario, inteligente,... Como nuestras escuelas primarias donde el alumnado recién llegado nos aporta, más riqueza y también más identidad, paradójicamente.
  • Hemos de superar “la esquizofrenia de competir y cooperar al mismo tiempo”. Como lo hemos hecho en el pasado, demostrando que somos capaces de lograrlo. Un ejemplo: El Museo Guggenheim de nombre extranjero que ha reforzado la identidad vasca. El nuevo proyecto Guggenheim en Urdaibai es otra oportunidad de dimensiones múltiples, creando más que un centro: un experimento vivo de sostenibilidad,...
  • La web 2.0 y el "caso Obama" demuestran que nos podemos saltar a los “guardianes del standard comunicativo”, abriendo el debate social mucho más que hasta ahora.En ello ha insistido el profesor Soumitra Dutta.
  • Se ha insistido en que no hay una China, sino muchas Chinas, muchas Indias,... Pero, y contra lo que pudiera parecer en rapidez, la democracia de India favorece la innovación más que en "continentes" como China. Lo político, lo económico, están más unidos de que que, a veces, se piensa.
  • Del mismo modo, las universidades de prestigio, las "escuelas de negocios", han de servir no (sólo) a la élite mundial de la economía, sino a la misma sociedad en la que se asientan. Es preciso reordenar valores de solidaridad, con una innovadora "economía de servicio", y quizá una profunda crisis como la actual sirva para ello.
  • El clave decisiva tratar de ser "los mejores", sin conformarse con estar en valores altos y cómodos. Aplicable a todo, pero especialmente a la educación, donde la equidad debe acompañarse de calidad.
  • La innovación es, en muchos y nuevos casos, un concepto mucho más ligado al “cambio” que al “status”. Citado por Ranga Rao poniendo como ejemplo al exitoso "cochecito" eléctrico Reva, es muy sugerente en otras áreas como la educativa.
  • El propio chef Josean Mártinez Alija, ver en la parte final del primer vídeo adjunto, compartía una lección de innovación desde la gastronomía. Ha señalado que hace años la alta cocina manejaba productos elitistas, sofisticados y escasos (bogavante, trufa, caviar,...), y cómo ahora se valoran los productos cercanos y saludables (patata, vaina, berenjena,...). Hoy, la creatividad es poner alma y pasión en lo que todos hacemos día a día en nuestra labor,... Este mismo criterio, la innovación generalizada de toda la sociedad, ha sido aludido por muchos de los presentes.
  • La innovación no se impone, se genera. Generalmente, en dos direcciones. Si es tecnológica, suele ser de arriba hacia abajo; si es social, en sentido ascendente. ¿Y si es política? ¿Debería lograrse la Política 2.0 más desde la ciudadanía, sin esperar la decisión de compartir poder de los dirigentes?
  • La educación, especialmente la universitaria, ha estado en primera línea. La búsqueda de excelencia es algo que se debe inculcar desde la edad más temprana. Se han citado modelos de concursos de "jóvenes científicos" para aprender a degustar la emoción de descubrir, de investigar, de aplicar. Sugerencia para la Semana de la Ciencia que acabamos de celebrar, y que no logra captar suficientes vocaciones en esta área crítica para cualquier sociedad contemporánea.
  • La educación, en todas las etapas educativas, debe buscar, medir y alcanzar subir la media general,... y también los niveles de excelencia máximos. Lo hemos repetido muchas veces, "calidad sin equidad, o equidad sin calidad, sería un fracaso".
  • El reto de la innovación, su trascendencia para todos, es algo que debe comunicarse y socializarse debidamente, a fin de solicitar el esfuerzo de todos. Esa apuesta y el correspondiente compromiso debe apreciarse especialmente entre quienes lo pregonan y entre quienes lideran los planes de I +D +i.


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Si eres residente en la Comunidad Autónoma Vasca, y mejor si formas parte del alumnado de la ESO (Educación Secundaria Obligatoria) puedes ganar para ti y tus amistades netbooks, iPods Touchs o Smartphones en este Concurso que acaba este mes, incluida en la celebración de la Zientziaren, Teknologiaren eta Berrikuntzaren IX Astea o IX Semana de la Ciencia, Tecnología y la Innovación. Basta enviar un post que publicaremos en este blog y en unos días recibirás tu premio. Más información en esta entrada y en la web oficial.

Balance del 2009

En este blog nuestro (vuestro y nuestro) no solemos publicar resúmenes, pero el año pasado en este último día sí publicamos unas Cifras de este blog.agirrregabiria.net. Ha sido 2009 un año ajetreado, durante el cual hemos participado en las siguientes actividades que -esperemos- tengan continuidad en el futuro.
Los vídeos más vistos del año 2009 han sido el de José A. Pérez (Mi mesa cojea) y los dos sobre Software Libre en la Educación 2.0 (vídeo 1º y vídeo 2º). Nuestra cuenta Twitter ha llegado a los 2.267 seguidores y figura como la 3ª de Euskadi en el ranking de Alianzo tras las de Patxi López y José A. Pérez. En Facebook hemos llegado a las 3.040 amistades y hemos subido a nuestra cuenta Flickr más de 8.000 fotos públicas en este año.
Concluyendo, el 2009 ha sido un año muy movido y dudamos de nuestra capacidad para mantener este ritmo en años sucesivos, pero desde hoy declaramos nuestra voluntad de seguir intentando aportar y compartir nuestra perspectiva sobre lo que sucede a nuestro alrededor. Reciban un abrazo caluroso como los que ayer se distribuyeron en Bilbao.
[La imagen ilustrativa muestra que nos sentimos con las baterías bajas al concluir el año...]

Entrega del último premio de Zientzia-Astea

A Iker Ibarra Plaza, por su contribución a la Wikipedia en euskera. Tercera generación de una saga de blogueros, abuelo (Ricardo Ibarra Larrauri, en medio de la foto), padre (Ricardo Ibarra Iriondo) e hijo. En presencia de Pedro (Ayuntamiento de Bilbao) y Charo (EHU-UPV). Tags: .

Ética de la Inteligencia Artificial

Diálogo de la pasada semana sobre ética de la Inteligencia Artificial (AI) con Fernando Broncano, catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia en la Universidad Carlos III de Madrid, y Esther Paniagua Gómez, periodista y docente, en el marco del Festival de Filosofía de Málaga 2023.

Excelente la elección de esta edición del Festival de Filosofía de Málaga, con Fausto y Prometeo. Son dos figuras míticas que han sido utilizadas para analizar las bases de la tecnociencia. Ambas visiones pueden coexistir en el mismo período histórico, pero permanecen en constante tensión debido a sus características distintivas en la producción de conocimientos que permiten la comprensión y construcción del mundo.

Existen algunas semejanzas:

Pero destacan las diferencias:

En resumen, mientras que Fausto busca el poder y el control a cualquier costo, Prometeo busca el conocimiento para el beneficio de la humanidad, respetando ciertos límites.